Cada vez que hay elecciones en cualquier parte, te das cuenta de que el papel de la construcción de marca es cada vez más importante y va desalojando la reflexión más primaria acerca de qué me ofrece este candidato, qué tan coherente es su oferta con lo que yo pienso, etc.
También estamos viendo que el abandono de la política no es solamente un asunto atinente a las instituciones que ya no funcionan con discursos -derecha o izquierda-, sino que tiene que ver con un cierto consumismo del individuo. Ya los individuos no deciden como individuos quién los va a gobernar, sino que consumen de alguna manera estos mensajes de satisfacción. Tu posibilidad de elegir en realidad está mucho menos ligada a una reflexión individual y mucho más ligada a un flujo de deseos colectivos, más o menos difusos, en el que tú flotas y que termina llevándote al puerto del candidato de turno.
Hay especialistas que estudian históricamente todo esto del star system, el contraste, más allá del contenido, de las ofertas, las presidencias se juegan y ganan con una imagen.
Pero, no solamente es el marketing de los candidatos presidenciales, sino del de todo aquél que requiera notoriedad, que es la tendencia al star system.
Vivimos entonces a la saga de las figuras arquetípicas que nos van moldeando el comportamiento. Y como corolario de ellos llegamos a un proceso que a mí me parece perturbador: reality shows y los shows confesionales.
¿Qué llamamos Star System? ¿Qué estructura tiene eso? Es una en donde lo más resaltante se borra completamente, la distinción entre lo público y lo privado: los sujetos ya no tienen algo así como un adentro, sino que están completamente expuestos a la mirada del otro. A una mirada que, por supuesto, va a tener mediaciones que construyen al personaje, pero fuera de ese personaje no hay nada.
Fuera de ese personaje no hay nada y por eso las pasiones, los amores, los divorcios, los hijos, etc, todo eso forma parte de lo público, y no tiene para nada un nivel existencial, sino que son como minirelatos arquetípicos que se van uniendo en una especie de gran galaxia de significados o de opciones de vida, etc.
Y se crea una mitología…
El reality show, es como la irrupción de la ironía en los medios. Es decir, es el momento en que los medios borran la diferencia entre el papel de mediador y el papel de creador de realidades que compiten con esta otra realidad o estas múltiples realidades de cada participante.
Y, de nuevo, volvemos a una crisis del individuo, porque cuando la televisión se convierte en el espacio de la realidad lo que hay es fundamentalmente una negación de las posibilidades individuales, porque tu vida, tu experiencia vital quedan reducidas y minimizadas porque te conviertes en un espectador que vive pasiones a través de otro. Entonces, no necesitas ocuparte demasiado de tu propio mundo interno.
...la catarsis de Aristóteles;
vivimos los destinos sin arrastrar las consecuencias
dramáticas y dolorosas.
...Y además creando ironías sobre eso. Osea, que desdramatizas también todas esas experiencias. Es decir, tú vas a un reality show de los gordos que quieren bajar de peso y entonces las tragedias se codifican porque eso tiene una estructura dramática.
En el reality show hay pequeñas intrigas, una estructura de telenovela que se va creando. Entonces, hay una primera ironía: la realidad está aquí adentro en la caja, en la televisión. Y el segundo nivel irónico estriba en que esta realidad hermana es ficticia, porque son unos guionistas los que nos escriben las vicisitudes de la realidad.
Es decir, no es una realidad espontánea, es una realidad deliberada, y creo que su fascinación es que tú sabes lo que va a pasar, y tú como espectador tienes una especie de control, porque sabes lo que va a pasar; algunos van a salir, otros se van a quedar, habrá un pequeño nivel de incertidumbre, pero la estructura general de la historia ya sabes cuál es.
La omnipresencia de la televisión, sobre todo a través del reality show y también lo vemos en los programas de opinión, es un poco la idea de brindarte la sensación de que paradójicamente como espectador tú tienes control virtual sobre los destinos de esa gente, porque tú sabes lo que va a pasar. Así que te empodera en cierta manera.
No estás alienado completamente,
estás gozando una vida que tú no tienes.
Y aquí volvemos al tema del deseo: un deseo que no es salvaje, ni individual, reflexivo, no es un deseo que te mueve a ningún lado, sino que es el deseo de controlar, de reducir la incertidumbre, de manejar cosas bien sabidas y, en el fondo, lo que estamos viendo es que nos muestra que las sociedades se han vuelto cada vez más conservadoras. Porque esto lo que refleja es un gran deseo de certidumbre.
La purificación funciona, además recordemos que esto tiene una tradición en las prácticas protestantes presbiterianas: formas de expiación que son únicamente así, porque no existe la confesión con el cura, no hay tal cosa.
Lo interesante es por qué en los países católicos ha tenido tanto éxito esa forma de deconstruir el pecado. El pecado sale del confesionario y se vuelve público…
Pero pienso que ahí el factor no es otro, no es la expiación sino del factor moralizador. ¿El arrepentimiento? Es más la vergüenza que la culpa. Es un acto de expiación, luego del cual él se arrepiente y jura no volver a hacerlo. Ah, claro, él queda “curado”. Por un lado, casi eximido de culpas porque se arrepintió ¿no? Sí, porque se arrepintió y eso es muy católico. Muy católico, por supuesto. Entonces, el arrepentimiento es fundamental. Pero de todas maneras, la pregunta sigue siendo la misma: ¿y esta gente cuando va para allá, cuál es el goce? Osea, el arrepentimiento es una forma de manejar la culpa. Entonces, obviamente hay un incentivo, digamos, para decirlo muy impersonalmente, para uno ir a estos shows y decir “sí yo soy así”. Y también por un efecto que tiene mucho que ver con las dinámicas familiares.
He notado que las familias latinas en Estados Unidos, tienen dinámicas culturales muy complicadas que tienen que ver con la hipocresía y con la falta de transparencia. Entonces, el hijo aprovecha el programa para decirle a su mamá que es homosexual o cosas así que no se atreve a decírselo de otro modo, y se arma un escándalo, pero, como es un escándalo tan público, termina teniendo unas ciertas fuerzas que ayudan a este muchacho a asumir eso, que es en realidad una tensión cultural porque si él estuviera viviendo en cualquier país de América Latina sigue con sus prácticas normalmente, pues nosotros no necesitamos esas aclaratorias.
En Latinoamérica, vivimos con unas hipocresías muy cómodas. Pero, en Estados Unidos la obsesión por la transparencia y la honestidad es tan fuerte que estas tensiones se terminan manejando en público, a través de los medios para poder hacerlo.
¿Qué lleva a un tipo a este acto de exposición mediática?
¿Es que ser televisado es ser, realmente ser?
¿Eso no nos conduce un poco a esta llamada cultural del narcisismo?
Necesito dar cuenta de mí…
Artículos previos
LA INCERTIDUMBRE DEL PRESENTE - CAPÍTULO I - ¿CUÁL ES EL SENTIDO DEL CONSUMO?
LA INCERTIDUMBRE DEL PRESENTE - CAPÍTULO II - LA NECESIDAD DE SER VALORADO
LA INCERTIDUMBRE DEL PRESENTE - CAPÍTULO III - LA ABSTRACCIÓN NO DOLOROSA A LA .GUERRA
PROPENSIÓN SOCIAL A LO CONFESIONAL - LA INCERTIDUMBRE DEL PRESENTE - CAPÍTULO IV
IMAGINATIVA LIBERTAD DE ELECCIÓN - LA INCERTIDUMBRE DEL PRESENTE - CAPÍTULO V
Yo Soy el que Soy - Yo Soy mi Maestro
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Lunes, 26 de Junio de 2018
Alberto J. Tang H.
Uno de mis Filósofos Clásicos Favoritos aunque esta catarsis es de los trabajos que no me llaman tanto
Muchas gracias por tomarte el tiempo de leer mi post, super agradecido contigo por el apoyo.
¡Saludos!
Tu post ha sido votado y ha tenido resteem por el trail @votomasivo.
Apreciación: Ha sido agradable leer tu post, siempre haces énfasis en temas interesantes que tienen que ver con la capacidad crítica de observación. Ciertamente los reality shows han empobrecido mucho más la ya triste programación televisiva, es mucho más económico de producir que cualquier otra cosa y dará muchas ganancias a cambio a base del morbo que incita a muchos a ser testigos de las penurias de aquellos que se prestan para el show.
PD: Cuando salió el reality de adolescentes embarazadas, muchas “niñas” se embarazaron a propósito para intentar participar. Debes recordar lo que para los norteamericanos significa salir en televisión... es casi una obsesión... como el personaje de Requiem for a dream.
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¡Gracias @votomasivo! Me gusto mucho tu apreciación, es cierto lo que comentas.