No adoramos ni servimos a Satán, nos servimos a nosotros mismos utilizando la representación metafórica de las cualidades de Satán. Satán es el nombre judeocristiano para designar la fuerza y el orgullo del individualismo de nuestro ser.
No adoramos ni servimos a Satán, nos servimos a nosotros mismos utilizando la representación metafórica de las cualidades de Satán. Satán es el nombre judeocristiano para designar la fuerza y el orgullo del individualismo de nuestro ser.
Llego la competencia amiga @yeninsfer