Happy start to the week to everyone in this wonderful community! I hope you're all doing well, full of positive energy, and ready to face the days ahead.
Today, in the middle of our work routine, we took a short break that ended up being the sweetest moment of the day. At the clinic where I work, there's a pharmacy that, in addition to medications, has a special corner where they sell ice cream cones… They're delicious! I ordered the chocolate "funge" one, and it only costs $1.25. Although, I confess, they almost always give them to me and bring them straight to the office as a gesture that always brightens my day.
This time was no exception, but what made the moment special was that we decided to enjoy it right there. The pharmacy has a small space with a table, perfect for sitting, relaxing, and spending some time with colleagues. We sat down, talked about how our day had been, and for a few minutes, the stress melted away amidst laughter and spoonfuls of ice cream.
These small, simple moments have the power to reconnect us with what truly matters: the enjoyment of the everyday, companionship, and the taste of the unexpected.
Thank you for reading. That's all for today's post. See you soon!.
The pictures are of my authorship taken with my Samsung A 12 cell phone
Text translated with the translator Deepl
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¡Feliz inicio de semana para todos en esta maravillosa comunidad! Espero que estén bien, llenos de energía positiva y con la mejor actitud para enfrentar los días que vienen.
Hoy, en medio de la rutina laboral, hicimos una pequeña pausa que terminó siendo el momento más dulce del día. En la clínica donde trabajo, hay una farmacia que, además de medicamentos, tiene un rincón especial donde venden barquillas.… ¡Son buenísimas! Yo pedí la de chocolate “funge”, y cuesta apenas $1.25. Aunque, les confieso, casi siempre me las regalan y me las llevan directo a la oficina como un gesto que siempre me alegra el día.
Esta vez no fue la excepción, pero lo que hizo especial el momento fue que decidimos disfrutarla allí mismo. La farmacia tiene un pequeño espacio con una mesa disponible, ideal para sentarse, relajarse y compartir un rato entre compañeros. Nos sentamos, conversamos sobre cómo había estado el día, y por unos minutos, el estrés se desvaneció entre risas y cucharadas de helado.
Estos pequeños momentos, aunque simples, tienen el poder de reconectar con lo que realmente importa: el disfrute de lo cotidiano, la compañía, y el sabor de lo inesperado.
Gracias por leerme. Hasta aquí mi post de hoy. ¡Nos vemos pronto!.
Las fotografías son de mi autoria tomadas con mi teléfono móvil Samsung A 12
Texto traducido con el traductor Deepl
