Poema: Los lagos muertos

¡Hola amigos de #literatos!
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Cuando cesa de llover,
la cortina de agua se desvanece,
el mar que cubre la tierra
y la alimenta, se desvanece.
Veo las charcas que lentamente secan.
Dos lagos muertos, me he visto allí,
discípulo del barquero,
aquel que roba mi sombra
y crea las márgenes del río con mi cuerpo.

Mi madre me contaba de esos lagos.
Las aguas mansas que llegaban
a la hora de su muerte
y solían confundirla con los ríos.
Esa raíz profunda que se entierra en el mar
como reflejo en el iris de la gaviota,
el bando migratorio que se pierde y suelo ser.

Dios, si alguna vez te viste en ellos,
eran como las playas que habitan
en la cuenca de mis ojos,
la costa que se pierde sin ser mi vida.
Tal vez por eso siguen reflejando las gaviotas y los barcos.

Dios, si alguna vez me encuentras,
despojaremos la presencia de las aguas,
la eternidad de las naves que cruzan el vacío.
La superficie del espejo donde quedo inmaculado.
El camino del espejo hacia el estanque.
El estanque hasta la charca inmunda de la muerte.
Dios, he visto, tú has verificado.
Está claro que el lago no se posee a sí mismo.

_{El texto es libre de IA, traducido en Google y revisado por mí
Los banners de despedida fueron creados en Canva
Las fotos son de mi propiedad}