Medio día de rio y noche de cocuyos (Es/En)

Hola amigas y amigos de Holos & Lotus. La importancia del juego para la vida del hombre es reconocida desde hace siglos, tanto en la sabiduría popular como desde la ciencia.

Si realizamos una búsqueda podemos encontrar al respecto una amplia obra tanto desde la Psicología como desde la Pedagogía.

Leyendo la propuesta de @charjaim: "Vamos a jugar" para la iniciativa No. 26 de Esta vida nuestra, recordaba los conocimientos adquiridos durante mi vida de estudiante y después como profesional.

Pero también (casi del mismo modo en que solíamos correr el en barrio los niños de mi generación), se apoderó de mi una avalancha de recuerdos de mi infancia y adolescencia.

En mi barrio, éramos todos de origen muy humilde. No teníamos muchos recursos para gestionarnos juguetes.

Bueno, juguetes convencionales como los de hoy. Eso hacia que debiéramos utilizar nuestra imaginación para divertirnos.

¿A qué jugábamos? Me he referido a algunos juegos de mi infancia en otros post, pero sin dudas queda mas por abordar.

Nosotros jugábamos a los juegos de nuestro tiempo, pero disfrutábamos sobremanera "el descubrimiento" de juegos que en realidad eran juegos de la niñez de nuestros padres. Los jugábamos e incluso los modificabamos.

El río:

Los medio días solíamos ir a bañarnos al río para escapar del calor. Allí, además de refrescarnos y nadar, también jugábamos distintos juegos.

Quiza el más divertido era "El tocado". Consistía en que uno de los participantes "se quedaba" (debia capturar a otro tocandolo simplemente). Entonces ese tocado era quien debía capturar a otro para que cumpliera ese rol.

También jugábamos al quemao'. Un juego un poco más rudo que consistía en golpear con una pelota a cualquiera de los participantes, sorprebdiendole.

Si había algo en común entre los juegos del río era que no podíamos salir del agua porque automáticamente perdía el que lo hiciera.

Juego de roles:

Después de leer uno de sus post, comentaba al amigo @emiliorios sobre unas teleaventuras transmitidas en mi niñez: El Zorro. Un héroe que se enfrenta a las injusticias de los poderosos de su época.

Por si no le conoces, era un hacendado poderoso pero que luchaba contra las injusticias cometidas por los poderosos en perjuicio de los desposeídos.

Vestido completamente de negro: sombrero, máscara, traje, capa, botas... ¡Hasta Tornado, su corcel era totalmente negro!

Nuestros padres confeccionaban la indumentaria con Naylon de poliestileno, de color negro: sombrero, capa, máscara. ¡El barrio se llenaba de Zorros!

Tremendo problema¡ O no. Debíamos ponernos de acuerdo cada vez que salíamos a jugar para ver a quien le tocaba interpretar al héroe y a quien a los personajes negativos.

Tarea ardua está, pero que mirándolo a la luz de los años transcurridos, creo que contribuyó al desarrollo de habilidades comunicativas, a aprender a tolerar frustraciones, a que aprendieramos a negociar.

Contribuyó a la formación de valores, pero también a aceptar las diferencias de los demás. Llegué a tomarle aprecio al sargento Mendoza, uno de los enemigos del Zorro.

Fuente:

Cazando Cocuyos:

En otras temporadas, solíamos organizar grupos para cazar Cocuyos (luciérnaga) en las noches. Recuerdo como si fuese ahora aquellos ratos en los que correteabamos o bien con un Cocuyo en la mano o con alguna linterna para atraerlos y capturarlos.

Al terminar, antes de ir a dormir reuníamos el fruto de nuestra cacería en un recipiente transparente para observar como el verde de las placas luminiscentes de los Cocuyos iluminaba la oscuridad.

Luego los liberamos, quedandonos solo con uno para la cacería de la noche siguiente.

Los adultos nos exigían que nunca tuviésemos más de un día en cautiverio a ninguno de esos insectos, para que no muriesen. ¡Recuerdo esas noches como mágicas!

Las carriolas:

En nuestra infancia también aprendimos a construir carriolas y chivichanas. Sin una especie de carro de madera con ruedas de cajas de bolas.

Para montar la carriola generalmente hacían falta dos personas. Una que montaba y la manejaba y otra que la empujaba.

Formabamos pareja y competíamos para ver que carriola era más rápida. !Trabajo de equipo, de llamaba eso!

Muchas veces construiamos las carriolas entre dos amiguitos. Debíamos aprender a colaborar y también a esperar nuestro turno para usarlas.

Deslizarse en yagua:

Algo tradicional en mi barrio era deslizarse en una yagua pendiente abajo. Mi niñez transcurrió en una zona llamada Cuchillas de San Vicente.

Se le llama Cuchillas a elevaciones que no llegan a ser montañas. En la mayoría de ellas se sembraba tabaco y casi siempre existía algún barranco que la bordeaba.

En la Vega de mi abuelo había un barranco que llevaba al río. También había Palmas Reales.

Tomábamos las yaguas (parte de la hoja de la palma, que se encuentra pegada al tronco) y nos deslizabamos encima de ellas por la pendiente hasta caer en el río.

Para tener la zona de juego lista muchas veces debíamos prepararla. Limpiar la maleza, allanar el trayecto, mover troncos.

Después competíamos a ver quién se deslizaba las rápido. Unas veces uno en cada yagua, otras veces en equipos de hasta tres.

Bueno, después de contarte algunos de los modos en que solía disfrutar mi infancia quedó agradecido por tu compañía hasta el final y te dejo un abrazo de amigo.

Texto traducido al inglés por DeepLTranslste.

Hello friends of Holos & Lotus. The importance of play for the life of man has been recognized for centuries, both in popular wisdom and science.

If we do a search we can find an extensive work on the subject, both from Psychology and Pedagogy.

Reading @charjaim's proposal: "Let's play" for the initiative No. 26 of This Life of Ours, I remembered the knowledge acquired during my life as a student and later as a professional.

But also (almost in the same way we kids of my generation used to run in the neighborhood), a flood of memories from my childhood and adolescence came flooding back.

In my neighborhood, we were all from very humble origins. We didn't have a lot of resources to afford toys.

Well, conventional toys like today. That meant that we had to use our imagination to have fun.

What did we play? I have referred to some games from my childhood in other posts, but no doubt there is more to address.

We played the games of our time, but we thoroughly enjoyed "discovering" games that were actually games from our parents' childhood. We played them and even modified them.

The river:

On half days we used to go swimming in the river to escape the heat. There, besides cooling off and swimming, we also played different games.

Perhaps the most fun was "El tocado". It consisted of one of the participants "staying" (he had to capture another by simply touching him). Then that person who was touched was the one who had to capture another one to fulfill that role.

We also played quemao'. A slightly rougher game that consisted of hitting any of the participants with a ball, surprising them.

If there was anything in common between the river games it was that we couldn't get out of the water because the one who did so automatically lost.

Role play:

After reading one of your posts, I commented to friend @emiliorios about some teleadventures passed down in my childhood: El Zorro. A hero who stands up to the injustices of the powerful of his time.

In case you don't know him, he was a powerful landowner but who fought against the injustices committed by the powerful to the detriment of the dispossessed.

Dressed completely in black: hat, mask, suit, cape, boots.... Even Tornado, his steed, was totally black!

Our parents used to make the costumes with polystyrene Naylon, black: hat, cape, mask... The neighborhood was full of Foxes!

Or not. We had to agree every time we went out to play to see whose turn it was to play the hero and whose turn it was to play the negative characters.

It is an arduous task, but looking at it in the light of the years that have passed, I believe it contributed to the development of communication skills, to learning to tolerate frustrations, to learning to negotiate.

It contributed to the formation of values, but also to accepting the differences of others. I grew to like Sergeant Mendoza, one of Zorro's enemies.

Fuente:

Hunting Cocuyos:

In other seasons, we used to organize groups to hunt Cocuyos (Fireflies) at night. I remember as if it were now those times when we would run around with a Cocuyo in our hands or with a flashlight to attract and capture them.

When we finished, before going to sleep we would gather the fruit of our hunt in a transparent container to observe how the green of the Cocuyos' luminescent plates illuminated the darkness.

Then we released them, keeping only one for the next night's hunt.

The adults demanded that we never keep any of these insects in captivity for more than a day, lest they die. I remember those nights as magical!

The strollers:

In our childhood we also learned to build strollers and chivichanas. Without a kind of wooden cart with wheels made of ball boxes.

To assemble the stroller it usually took two people. One to ride and drive it and one to push it.

We would pair up and compete to see which stroller was faster. Teamwork, that's what it was called!

Many times we built the strollers between two friends. We had to learn to collaborate and also to wait our turn to use them.

Sliding in the water:

Something traditional in my neighborhood was sliding downhill in a yagua. My childhood was spent in an area called Cuchillas de San Vicente.

Cuchillas are elevations that are not mountains. In most of them tobacco was planted and almost always there was a ravine that bordered it.

In my grandfather's Vega there was a ravine that led to the river. There were also Royal Palms.

We would take the yaguas (part of the palm leaf, which is attached to the trunk) and slide down the slope on them until we fell into the river.

To get the play area ready we often had to prepare it. Clearing the brush, smoothing the path, moving logs.

Then we competed to see who could slide the fastest. Sometimes one in each water, sometimes in teams of up to three.

Well, after telling you some of the ways I used to enjoy my childhood I am grateful for your company until the end and I leave you a friendly hug.

Texto traducido al inglés por DeepLTranslste.