No temas al fracaso, no limites tu vida.

Yesenia, una mujer inteligente y muy estudiada pero con un mal qué la limitaba y era su baja autoestima, ella misma se ponía barrearas, odiaba los cambios y hasta les temía, prefería quedarse en su círculo de conford y por esa razón perdió numerosas oportunidades laborales, porque no corría riesgos, un día la llamaron de un ente gubernamental para ocupar un cargo de alto nivel pero debido a la gran responsabilidad qué conllevaba no duró ni dos días, a penas llegó se puso roja y le temblaban las manos de los nervios, al día siguiente no quiso ir más y allí dejó todo.

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Sus padres ya se negaban a mantenerla pues ya contaba con 28 años y aún no había tenido ninguna relación y en su trabajo actual cumplía con múltiples deberes por un salario irrisorio, sus padres molestos le decían qué ella valía más qué eso pero ella las pocas veces qué intentaba cambiar de trabajo sencillamente se arrepentía y terminaba tirando la toalla, un día una amiga de su madre la llama y le hace una oferta para ser la nueva administradora de una cadena de restaurantes muy famosa en la ciudad ella de inmediato se niega pero la sra advertida por su madre de esa forma de ser le insiste y le pide qué se vieran, ella por tanta insistencia accede y se ven en uno de los restaurantes, al entrar se qué muda de lo bello y sofisticado qué era el lugar, ambas se sientan y korina, quien la citó, le explica los pormenores de su trabajo a Yesenia no la tomó por sorpresa nada ya que conocía la rama a la perfección, esa era su carrera, pero el lugar la intimidaba, luego de comer la lleva a su oficina la cual era privada y muy espaciosa, era un lugar agradable y totalmente distinto a su actual trabajo,"yo no puedo seguir en frente de la compañía, deseo retirarme pero quiero dejar a alguien de confianza y qué sepa lo qué hace, y tu cumples esos requisitos Yese, te conozco desde pequeña y es hora de qué salgas de tu cascaron, yo te puedo ayudar ha hacerlo poco a poco, no me des una respuesta inmediata por favor piénsalo y cuando estés lista llámame", ambas se fueron y Yesenia quedó sumamente pensativa, le había encantado todo pero le daba pavor no estar a la altura.

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Al día siguiente Yesenia se levanta, cumple su rutina en su trabajo y no sabía sí era por aquella visita a tan bello lugar pero se sentía inconforme con su vida ya tenía casi treinta años y no había logrado nada por su temor absurdo al fracaso, ese mismo día no quiso seguir pensando y por primera vez actuó por impulso, metió su carta de renuncia y llamo a Korina, "Alo, soy Yesenia ¿quería saber sí aún esta en pie su oferta?", pregunto insegura, "claro qué si bella, por su puesto, nos vemos mañana y almorzamos juntas", respondió feliz Korina, al día siguiente ambas se vieron y ella estuvo por un mes con Yesenia hasta qué la sintió cómoda, en ese tiempo la invitaba a salir a comer afuera, le pedía qué la acompañara al centro comercial, a la peluquería y hasta ella misma se hizo muchos cambios, al pasar un año Yesenia era una mujer totalmente distinta segura de si misma y aunque aún no hablaba mucho ni confiaba totalmente en la gente se desenvolvía muchísimo más qué en el pasado, sus padres estaban felices por ella y agradecidos con su buena amiga Korina quien la guió en aquel camino, quien la acompañó a descubrir qué podía ser una mujer feliz y sin barreras qué la limitaran.

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Muchas veces nos cohibimos y nos aferramos a nuestras rutinas, sin saber qué todo cambio aunque genere incomodidad siempre podrá traer oportunidades mejores a tu vida, no te detengas por temor al fracaso, no te límites si en tu interior sabes qué puedes lograrlo, recuerda qué cuando existe voluntad el cielo es el límite.