Yo en lo espiritual.
Parte 1
Si la pose es bastante fingida.
La casa era pequeña y sin pintar, por dentro en cada rincón se encontraba un pilón; tres niños en pañales corrían por aquel hogar tan lleno de amor, muy lejos de la perfección pero donde aquellos conocían el amor de padre y el de madre
La madre tenía por nombre Doña Ana siempre exclamaba a sus vecinos que le hubiese gustado tener una hembra, pero así es el destino le ha dado tres varones o en palabras de Doña Ana ¡La vida me ha obsequiado tres hijos, vaya faena la que me espera, pero alegre me siento de que vivo con este trío maravilloso!.
El Padre Don Ignacio hombre de poco contacto físico, orgulloso de sus tres muchachos o polluelos como los llamaba él.
Siempre al llegar a casa aquel trío olvidaba sus soldados y canicas y junto con Toby así habían llamado a su perro, uno callejero que decidieron adoptar se alegraban eufóricos para ver quien de primero le quitaba a su padre las botas loblan.
Como dije, este trío se criaron entre amor y provisión, y cuando les llegó el momento de enfrentar el mundo por si solo, aquel joven que dejó de ser niño hace unos cuentos años atrás. Sí, les hablo el del medio quien por costumbres mía no suelo presentar, pero de modo que como hablaré de él, le daremos un nombre y será Rafael. Creció sin lujos, pero con amor, siempre corrección y sus padres orgullosos porque sabían que habían colocado en este mundo mísero y embustero a tres hombres de bien.
Rafael creció, buscó respuestas para su propósito y parecía no hallarlas, hasta que escuchó de ese misterioso hombre que murió en la cruz, a ese débil e impertinente hablador diciendo que era hijo de Dios, pero lo cierto es que la admiración por ese raquítico hombre creció en Rafael, y antes de dar algo ya la cruz le había quitado sus pecados, así lo creyó él, y así lo creen las masas.
Por años su amor creció, y Jesús ya no siguió siendo el mismo se arraigó en su alma, se apoderó de su espíritu y aunque colocaba la biblia en tela de juicio la obedecía después de todo era el carpintero quien la había inspirado. Pasaron los años y sucedió lo que de costumbre suele suceder aquella iglesia no podía sostener a un mesías tan perfecto y la ideología de Rafael cayó, no por falta de fe, puedo decir que le sobraba, más bien fue por falta de aquellos que dicen vivir una vida ejemplar y son los que más se colocan en su rostro la careta de espiritualidad sublime.
Lo cierto es que los golpes del destino hicieron su jugado y sucedió la separación de Rafael con la iglesia, más no con Jesús. Su maestro no se comparaba con ningún otro, pero dejando la doctrina y los dogmas, comenzó a ver como Jesús era tan parecido a Buda, sus enseñanzas su filosofía. Y más allá de como cada maestro se complementaba, su fe creció y creció. Rafael sabía que no iba a encontrar su propósito siguiendo la pista de la espiritualidad pero si encontró la humildad que le faltan a muchos religiosos mentirosos.
Estad atenta a mis próximas publicaciones, pues hablaré de esto.
Estaré pendiente gracias.
Muy linda historia @elinderzambrano. Me sentí muy identificada, y me agradó mucho la forma en que expresaste tus palabras.
@amorporlasletras gracias que bueno saber que te ha gustado.