Tras una larga noche de preparar la maleta, tener todo listo para el largo viaje a Holanda, lo único que quería hacer en el avión es dormir unas cuantas horas, pues llegaríamos a las 7 de la mañana, y saltaríamos la noche, pues Europa tiene 6 horas más que EEUU.

Preparar la maleta para mi hija y para mi no debería tardar mucho tiempo. No obstante, yo me tomo mi tiempo y pienso bien que ropa llevarme. En Holanda, nunca se sabe el tiempo que hará....más bien frío...así que pantalones largos, rebecas y camisetas de manga corta. A parte, con mis cupones consigo muchos productos gratis. Por lo tanto, mis padres siempre me piden cosas, y con gusto las llevo. Aquí una foto de todo lo que llevé en dos maletas (solo productos para mis padres). Incluía champú, desodorantes, hilo dental, pasta de dientes, crema de afeitar, maquillaje, y alguna que otra cosa. Así que no me acosté hasta casi las tres de la mañana.

Llegamos con mucho tiempo al aeropuerto, de hecho, ni siquiera habían abierto todavía las colas para hacer el check-in. Poco después, y con dos maletas menos, nos fuimos a pasar control de bolsos y pasaportes. Siempre se tarda mucho, y tienes que sacarte los zapatos.

Después cogimos un tren hacia nuestra puerta de embarque, y tras muchos pasos, finalmente llegamos al pasillo con las puertas de embarque. Nuestro avión todavía no había llegado, así que mi hija y yo caminamos por ese pasillo tan largo donde habían tiendas y restaurantes. Paramos un rato a tomarnos una merienda que yo misma había traído, y a descansar.

Una hora antes de embarcar volvimos hacia nuestra puerta de embarque, y ya estaba nuestro avión.

Se atrasó el embarque porque la tripulación se había atrasado. Tras embarcar y haber llenado el avión, empezamos nuestro viaje a Holanda...aunque primero tuvimos que esperar 15 minutos antes de despegar, por el tráfico de aviones. Teníamos 6 aviones delante nuestro. Debo recordar que yo andaba con un dolor de cabeza, y le pedí unas pastillas a la azafata, quién amablemente me las dio. De repente, el avión cogió marcha y empezó a correr, y en unos segundos ya estábamos volando hacía las nubes. Poco después de haber quitado la luz de asegurar los cinturones, pasaron las azafatas con bebidas y unas almendra, cosa algo extraño, porque con tantas alergias que existen, ya no estaban dando nueces. En fin, un zumito con almendras entró muy bien. Después pasaron con una toallita caliente para limpiar las manos.

Mientras tanto recogieron la basura antes de traer la cena, que ya se olía por los pasillos. Mi hija, a pesar de haber usado el cuarto de baño poco menos de una hora en el aeropuerto, quiso ir al lavabo. El problema es que teníamos ventana y el asiento del medio, por lo tanto, tenía que molestar a la chica que estaba sentada en el pasillo.

Volvimos al asiento justo antes de que trajeran la comida. Pollo o pasta vegetal. Escogí pollo para mi y para mi hija y tenía arroz amarillo y pasas. A mi me gustó mucho, pero claro, no a mi hija. Se comió el trozo de pan con mantequilla y queso, y probó el pastel, aunque no se lo comió. Yo también me tomé la ensalada de pepino y tomate que estaba bastante rico, mientras ella ni lo tocó. Yo me pedí un vino tinto que me entró muy bien :)

Ya eran casi las 9:30 pm, y mi hija se suele acostar a las 8. Así que le tocaba dormirse. Ya había visto ella la película de los Trolls, y yo vi la película Unforgettable.

imágenes deIMDb

Le dije que se durmiera, pues saltaríamos la noche y estaría cansada al llegar a Holanda. Tras pelear con ella, pues no quería dormir....que la luz estaba encendida, que no tenía sueño, que había mucho ruido....intentó dormirse.

Esto es lo que hizo durante casi una hora.

Pero en un avión.

A parte, tuvo que ir al baño un total de cinco veces, tres, de las que tuve que despertar a la chica sentada en el pasillo. Porque esta pequeña criatura estaba en su silla así:

A parte, hubo un momento donde se me descompuso, entre los movimientos y los ruidos que hacía me arrepentí muchísimo el haber escogido una ventana, y no haberme sentado en el pasillo, y estaba desesperada...si hubiera podido la hubiera puesto con las maletas, claro que es broma...pero si fue uno de los momentos donde hubiese deseado que me tragara la tierra. Mi hija nunca se ha comportado de esta forma, de hecho, si lo hubiera hecho anteriormente, no hubiese viajado con ella. Pareciera que estuviera con una niña de tres años en vez de con una de nueve.

El vuelo en si estuvo bien, las azafatas muy amables, la comida buena, y el vuelo bastante tranquilo...bueno sin contar lo que hizo mi hija....

Os puedo asegurar que mi viaje de vuelta se sentará en el pasillo para que vaya cuantas veces quiera al cuarto de baño. También me aseguraré de dormir lo suficiente la noche anterior. :)