En este post hago un recuento de consejos suministrados por grandes cuentistas y autores sobre el arte de escribir cuentos. Aspectos y reglas que tengo muy en cuenta a la hora de comenzar una nueva historia corta porque son consejos que me han ayudado bastante y que es importante tener conocimiento de ellos y de esta forma poder crear un buen cuento, conocido por ser uno de los más difíciles géneros literarios.
Comencemos por el grandioso Horacio Quiroga con su ''Manual del perfecto cuentista'', este nos enseña muchas cosas y algunos de los trucos a emplear mas importantes a tener en cuenta al leer este manual son:
1. El final de un cuento. Extremadamente importante en este genero, considera recomendable las frases cortas que dejen emociones contenidas. Ejemplos:
“Nunca volvieron a verse”.
“Sólo ella volvió el rostro”.
Nos dice que para el cuento el comienzo solo vale de tal forma que se tenga en cuenta el final, es decir, saber a donde se quiere llegar para comenzar.
“La primera palabra de un cuento —se ha dicho— debe ya estar escrita con miras al final”.
Añadiendo a esto, nos explica que para el resulta atractivo un comienzo exabrupto como si se supiera la historia que se esta narrando. Es decir, un inicio único que luzca como la continuación de una escena pasada. Solo que ese se trata nada más que el comienzo de nuestro cuento, ejemplo:
“Como Elena no estaba dispuesta a concederlo, él, después de observarla fríamente, fue a coger su sombrero. Ella, por todo comentario, se encogió de hombros."
Horacio da por hecho que esto para el es un inicio de un cuento que triunfará. Ese inicio nos hace preguntarnos e interesarnos por la continuación. Hace que sigamos leyendo para saber así sea tan solo quien es Elena y es por eso que resulta tan útil.
“Véase todo lo que del cuento se ignora. Nadie lo sabe. Pero la atención del lector ya ha sido cogida por sorpresa, y esto constituye un desideratum, en el arte de contar”.
2. Las viejas formulas abandonadas, tales que Horacio no recomienda, son, “Era una hermosa noche de primavera” y “Había una vez...”. De esta nos dice que de valer el resto del cuento tendrá éxito con o sin estos comienzos.
3. Lugar común, de buena fe: “Llamamos lugar común de buena fe al que se comete arrastrado inconscientemente por el más puro sentimiento artístico; esta pureza de arte que nos lleva a loar en verso el encanto de las grietas de los ladrillos del andén de la estación del pueblecito de Cucullú, y la impresión sufrida por estos mismos ladrillos el día que la novia de nuestro amigo, a la que sólo conocíamos de vista, por casualidad los pisó”. Considera que el lugar común de mala fe seria simplemente una incoherencia en la situación dada o poco atractiva, que con muchas puede ser malinterpretado.
Continuamos con Juan Bosch con su Apuntes sobre el arte de escribir cuentos.
El nos dice que "Nadie que no tenga vocación de cuentista puede llegar a escribir buenos cuentos". Yo lo traduciría más bien a: Nadie que no tenga las suficientes ganas y pasión puede llegar a escribir buenos cuentos.
Un buen escritor de cuentos tarda años en dominar la técnica del género, y la técnica se adquiere con la práctica más que con estudio.
El escritor hace una ligera comparación entre la novela y el cuento. Nos explica que la diferencia entre ellas es más grande de lo que pensamos. La novela puede tener 200 páginas y quizás el escritor tarde 2 meses en terminarla. Pero realizar un cuento de 200 páginas es mas difícil de finalizar en tan solo 2 meses. La novela es extensa; el cuento intenso.
Considera que lo primordial es el estudio de la técnica de género para un buen cuento, esta enseña que lo fundamental es mantener siempre el interés del lector y con ello la tensión. El final sorprendente no es necesario para un buen cuento, miles de autores han prescindido de el y han tenido éxito.
Juan explica que al comenzar un cuento hay que primero conseguir un tema digno de contar y usarlo para nuestro cuento. Este tema es el objetivo del cuento, el hecho que se narra y no puede haber distracciones que nos aparten de ese final, no como en las novelas que existe esa libertad en las distracciónes con el uso de las subtramas, el cuento busca un inicio y un final, se trata de un formato lineal que debe seguirse.
El cuentista avezado sabe que su tarea es llevar al lector hacia ese hecho que ha escogido como tema; y que debe llevarlo sin decirle en qué consiste el hecho.
¿Que es lo que se busca a la hora de imponer un tema? Herir la sensibilidad y estimular al lector, el tema siempre lleva humanidad sea presente tanto en humanos, animales e incluso objetos inanimados debido a que estos llevan alma humana y esta siempre esta presente en todo. Porque como nos dice Juan:
Nada interesa al hombre más que el hombre mismo.
"[...]las reglas que se refieren a la manera peculiar de expresarse de cada autor. Ellas forman el estilo personal, dan el sello individual, la marca divina que distingue al artista entre la multitud de sus pares".
Con esto se refiere al arte que conlleva la realización de un cuento, su contenido, la forma de escribir del autor, su forma de expresarse mediante palabra o en este caso de expresar el tema elegido por el para darlo a conocer a los lectores. Considera que el tema es mas importante que la forma, que el tema es el principal fruto de un cuento pues sin este no tiene sentido. Sin embargo, la forma atrayente, el estilo y estructura es importante. El nos deja distintos aspectos a tener en cuenta:
1. La acción no debe detenerse jamás, como expliqué antes, el cuento debe fluir sin obstáculos, distracciones de aquel objetivo final que nos impusimos desde un principio.
2. El cuentista debe usar sólo las palabras indispensables para expresar la acción. Toda palabra que no sea esencial para llevar a cabo una acción del referido tema debe ser desechada, pues el cuento es sobre un hecho y nada más y cualquier cosa que pueda suponer algo más solo lo convertiría en otra cosa pero en un cuento, no.
Podemos comparar el cuento con un hombre que sale de su casa a evacuar una diligencia. Antes de salir ha pensado por dónde irá, qué calles tomará, qué vehículo usará; a quién se dirigirá, qué le dirá. Lleva un propósito conocido. No ha salido a ver qué encuentra, sino que sabe lo que busca. Ese hombre no se parece al que divaga, pasea; se entretiene mirando flores en un parque, oyendo hablar a dos niños, observando una bella mujer que pasa; entra en un museo para matar el tiempo; se mueve de cuadro en cuadro; admira aquí el estilo impresionista de un pintor y más allá el arte abstracto de otro.
Entre esos dos hombres, el modelo del cuentista debe ser el primero, el que se ha puesto en acción para alcanzar algo. También el cuento es un tema en acción para llegar a un punto. Y así como los actos del hombre de marras están gobernados por sus necesidades, así la forma del cuento está regida por su naturaleza activa.
En la naturaleza, activa del cuento reside su poder de atracción, que alcanza a todos los hombres de todas las razas en todos los tiempos.
Roberto Bolaño y sus claves sobre el arte de escribir cuentos.
1. Nunca abordes los cuentos de uno en uno. Honestamente, uno puede estar escribiendo el mismo cuento hasta el día de su muerte.
2. Lo mejor es escribir los cuentos de tres en tres, o de cinco en cinco. Si te ves con energía suficiente escríbelos de nueve en nueve o de quince en quince.
3. Cuidado: la tentación de escribirlos de dos en dos es tan peligrosa como dedicarse a escribirlos de uno en uno, pero lleva en su interior el mismo juego sucio y pegajoso de los espejos amantes.
4. Hay que leer a Quiroga, hay que leer a Felisberto Hernández y hay que leer a Borges. Hay que leer a Rulfo, a Monterroso, a García Márquez. Un cuentista que tenga un poco de aprecio por su obra no leerá jamás a Cela ni a Umbral. Sí que leerá a Cortázar y a Bioy Casares, pero en modo alguno a Cela y a Umbral.
5. Lo repito una vez más por si no ha quedado claro: a Cela y a Umbral, ni en pintura.
6. Un cuentista debe ser valiente. Es triste reconocerlo, pero es así.
7. Los cuentistas suelen jactarse de haber leído a Petrus Borel. De hecho es notorio que muchos cuentistas intentan imitar a Petrus Borel. Gran error: ¡Deberían imitar a Petrus Borel en el vestir! ¡Pero la verdad es que de Petrus Borel apenas saben nada! ¡Ni de Gautier, ni de Nerval!
8. Bueno: lleguemos a un acuerdo. Lean a Petrus Borel, vístanse como Petrus Borel, pero lean también a Jules Renard y a Marcel Schwob, sobre todo lean a Marcel Schwob y de éste pasen a Alfonso Reyes y de él a Borges.
9. La verdad es que con Edgar Allan Poe todos tendríamos de sobra.
10. Piensen en el punto número nueve. Uno debe pensar en el nueve. De ser posible: de rodillas.
11. Libros y autores altamente recomendables: De lo sublime, del Seudo Longino; los sonetos del desdichado y valiente Philip Sidney, cuya biografía escribió Lord Brooke; La antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters; Suicidios ejemplares, de Enrique Vila-Matas.
12. Lean estos libros y lean también a Chéjov y a Raymond Carver, uno de los dos es el mejor cuentista que ha dado este siglo.
Esto fue todo, espero que les haya instruido bastante y hayan adquirido este conocimiento sobre la creación de cuentos, porque además de una inmensa pasión y ganas es importante tomar en cuenta todos estos consejos y trucos sobre la técnica de crear un cuento, porque como dice Horacio:
De estas pequeñas diabluras está constituido el arte de contar.
Fuentes Informativas
Manual del Perfecto Cuentista, Horacio Quiroga
Apuntes sobre el Arte de escribir cuentos, Juan Bosch
Consejos sobre el arte de escribir cuentos, Roberto Bolaño
Fuentes Imagenes
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Nos leemos en el próximo post, Luna
Si tan solo fuese dicho la verdad en ese instante, él aún estuviera a mi lado... pudiese empezar así mi cuento. Excelente clase magistral @lunacohen, gracias por esta publicación tomaré en cuenta los autores mencionados y poner en práctica algunos tips. Feliz Día.
Es un buen comienzo para un cuento. Me alegro que te haya gustado, son tips que me han ayudado mucho, saludos.
Hola Luna, qué buen artículo nos regalaste. Confieso reí con las ocurrencias de Bolaño, siempre me ha parecido que fue un tipo genial. El cuento es el espacio de la brevedad y sobre todo de la intensidad. El autor que despertó en mí el gusto por ese género literario sin duda fue Borges. Guardo con un cariño muy especial mi edición de Ficciones, un libro hecho con una precisión matemática increíble y que cada vez que releo descubro nuevamente. Es un laberinto del placer literario. Creo que sin salida pero siempre genial. Saludos.
Gracias por tu comentario, este genero como los autores presentados tienen un sinfin de cosas y sorpresas y es lo que mas me gusta de el.