Del campo a la empresa…

La Agricultura es objeto de fuertes fluctuaciones a lo largo de la historia, a pesar de que este constituye una fuente importante para la economía y seguridad alimentaria de las naciones, debido a ello, no se ha logrado mantener un funcionamiento óptimo en relación al tema. Actualmente en Venezuela, existe un notable desequilibrio en lo que respecta a la oferta de rubros que se califican como indispensables para la subsistencia humana, razón por la cual se hace necesaria la puesta en práctica de nuevos modelos agrarios que contribuyan a la sustentabilidad del país.

La sostenibilidad económica implica aspectos de macroeconomía, que ayudan un fortalecimiento para mejorar el desempeño y la eliminación de distorsiones en estructuras de costos tanto ambientales como sociales. Ahora bien, cuando se desarrolla el ideal de producción agraria se debe considerar la distribución de este producto y porqué no pensar en la industrialización, es decir, ir del campo a la empresa. Para ello es necesario que toda finca realice un análisis que le ayuden a determinar si tiene la capacidad de evolucionar en una empresa agropecuaria, encargada ella misma de las distribuciones pertinentes; este análisis no es más que un diagnóstico estratégico (FODA), el cual, permitirá reconocer las características competitivas que posea, ya que a mayor competitividad mayor éxito.

En el estudio lo que se busca conocer como próxima empresa agropecuaria son las fuerzas externas que se tengan, como por ejemplo las fortalezas económicas (disponibilidad de ingresos, patrones de consumo, importaciones/exportaciones), las fuerzas sociales (identificar la cultura, la geografía, modo de producir y trabajar); fuerzas tecnológicas, políticas y competitivas. De igual forma, se requiere de un análisis interno donde reconozcan la fortaleza que se tiene como gerencia, producción, finanzas y mercado; lo cual permitirá comprender si se está en el momento propicio para establecerse como una empresa agropecuaria.

A través de estos análisis se podrán identificar claramente la posición de la compañía estableciendo la misión y visión corporativa, dando respuestas a interrogantes como ¿Qué negocio se tiene?, ¿Estamos en el momento oportuno para una transformación?, ¿Quiénes son nuestros clientes? ¿Cuál es la demanda de nuestro producto? Asimismo, esto indicara el diseño estratégico y los pasos para un mercadeo exitoso que permita un reconocimiento y posicione nuestra finca a una empresa agropecuaria.

Así como también, cuando se analizan las debilidades que se tengan se puede mejorar y aplicar estrategias que minimicen para eludir las amenazas. Dando un aprovechamiento a “ciertas” herramientas de los procesos en los que se encuentran por la naturaleza de la agricultura con la variabilidad de la producción y el comportamiento biológico que esta tenga.