Estar perdido no es más que ver al espejo
y darte cuenta que ahí yace un desconocido;
rogar cada noche a tus ancestros
encontrar de lo que careces
en un ángel caído.
Sobra decir que lo único que hallarás será a tu peor enemigo,
taciturno, metódico y cautivo,
esperando de duda, un solo suspiro,
para dejar tu corazón tirado y partido.
Buscarás en nombres, rostros y caricias falsas;
caerás en vicios, lluvias y canciones amargas;
sufrirás en camas, caminos y en las tierras bajas;
brillarás de ausencias, amores y mareas calmas.
Saberte perdido es el dolor de los vencidos,
que dieron todo cuando los dados ya estaban tirados,
los vasos seguían vacíos
y de quien su nombre llevabas en piel
se había marchado...
-Dann Axkaná