Durante ese tiempo, implementó una serie de normas que la mujer y los niños debían cumplir al pie de la letra, para castigarla, como por ejemplo tenía calculada la hora de salida y llegada a la casa, si estos no llegaban a la hora aproximada ya estaba llamando a su hija para preguntarle donde estaban y por qué no habían llegado, ya no visitarían a su abuela materna a donde tanto les gustaba ir e incluso no pasarían navidad y año nuevo allí como era costumbre, él decidía qué comerían y la cantidad que ella debía cocinar. Todo tenían que comunicárselo, por muy simple que esto fuera.
Como ya no se comunicaban, este le enviaba mensajes de otras personas con los niños a ella, estuviera esta en casa o no y así lo hacía ella también, aunque ella tratara de hablarle este la ignoraba como una piedra en el camino ó un adorno en la pared, simplemente no existía, lo cual resultaba incómodo para todos, pero así debía ser según él por lo que había hecho.
Cuando el esposo hablaba por teléfono con sus familiares, amigos o conocidos contaba en voz alta lo que ella le había hecho para humillarla y lo feliz que estaba porque había pasado, lo satisfecho que se sentía por lo bien que le estaba yendo en sus negocios y los planes que tenía a futuro. Siempre hablaba con sus hijos con la finalidad de irlos mentalizando de que desde aquel momento solo serían ellos tres y ya no estaría más su mamá, porque ella había hecho algo muy malo. Tanto la madre como los hijos sufrían porque ya no estaban juntos.
Al cabo de casi dos meses, entre la convivencia, los consejos de amigos y familiares, la participación en misas dominicales, la intersección de los hijos, los mensajes o voces celestiales que según él mismo a través de otras personas le enviaban, entendió que no era un ser perfecto, que en el pasado él también había procedido igual y que estaba pagando por ello, que es de humanos cometer errores. Entonces habló con sus hijos para preguntarles que si querían que le diera una última oportunidad a su madre, a lo cual ellos respondieron sin dudar con un rotundo siiiiiiiii!!!!!
La relación fue mejorando poco a poco, llegó la navidad y ya que él había decidido como condición que esa fecha y noche vieja lo pasarían en su casa a partir de ese tiempo, así los demás no estuvieran de acuerdo con esa decisión, debido a que todos los años se iban donde su abuela a encontrarse con los demás primos, hermanos, tíos y la pasaban mejor porque la casa era más concurrida y animada, pero igual tenían que aceptarlo para no desobedecerlo y hacerlo enfadar. Entonces la pareja preparó una exquisita cena donde fueron invitados algunos familiares de ambas partes, entre comidas, dulces y bebidas disfrutaron una linda noche. Los familiares estaban contentos porque el matrimonio logró salir a flote a pesar de los conflictos, estaban agradecidos con Dios pues pudo más el perdón. Todo volvió a la normalidad, volvieron los paseos y salidas, los encuentros, aunque no como antes y por supuesto la reconciliación.
Pero la mujer nunca estuvo segura del cambio en su marido, ella tenía que ser muy cuidadosa en lo que iba a decir para no enfadarlo, incluso no dormía bien porque temía que algo le pasara, ya que durante lo sucedido, él la había amenazado de que la haría pedacitos y ya no le iba a importar los niños. Lo complacía en todo, incluso cada vez que él quería tenían relaciones así ella no quisiera, pero él siempre le recordaba que si fuera con el otro si lo haría y esta accedía.
Ella se sentía insegura porque a pesar de los cambios que había logrado no estaba convencida de que el matrimonio estuviera en verdad funcionando. A veces distraída notaba que la miraba con odio, era más tosco al tocarla, ya no era tan caballeroso, como de llevarla al trabajo e ir a buscarla. Pero igual andaban para arriba y para abajo junto a sus hijos.
En el último viaje que hicieron con sus niños, fué la gota que derramó el vaso. Decidieron ir al pueblo natal de él porque era fin de semana largo. Llegaron casa de su madre. En vista de que la situación económica en el país no está para nada bien y sabiendo las calamidades y necesidades de cada quien aquí, ella sintió consideración con su suegra, porque a parte de ellos, también habían llegado su cuñado, la esposa y sus tres hijos, aparte las cuatro personas que vivían en esa casa, osea tenía tres familias en su casa (13 personas incluyéndolos), pero no contaban con suficiente alimento como para cocinar las tres comidas durante esos días.
Por lo que ella empieza a preocuparse y no quiere permanecer durante mucho tiempo en esa casa, para no causar molestias. Siente enojo en silencio hacia su esposo, porque recuerda que antes de salir de casa, ella quiso llevar algunos alimentos de los que ellos tenían allá, pero él le dijo que los dejara, que eso lo compraría en cuanto llegaran al pueblo, pero no fue así, no compraron nada, más bien cuando iban a preparar una comida se encargaba de recolectar dinero a los demás para mandar a comprar lo que hiciera falta, por lo que la esposa se sentía muy avergonzada, ya que ella no contaba con el dinero suficiente para colaborar. La noche del sábado, antes de dormir, ella le pregunta a su marido a qué hora se irían al día siguiente para su casa y él le contesta que a las 9:00 a.m. y se acuestan a dormir.
Llegó el fatídico domingo, muy ansiosa se levanta a ayudar en los quehaceres de esa casa para ganarse la voluntad, deseando que se hicieran rápido las 9:00 a.m. para marcharse, solo pensaba que llegaría la hora de almuerzo y otra vez tener que pasar por la misma vergüenza, pero su esposo dormía sin preocupación. Justamente a esa hora se levantó y comenzó a irse de aquí para allá, entre camas y chinchorros se paseaba él. Al fin se dispusieron a hacer las diligencias pendientes, a buscar el queso al campo, el cual queda a media hora del pueblo y después a hacer entrega de unos pollos a un Supermercado, entre idas y venidas se hicieron las 11:00 a.m.
De regreso a casa de su madre, él le hace el comentario de lo caliente que está el sol, ella respondiéndole le dice que si hubieran salido más temprano no les hubiera afectado porque en la mañanita el clima es mas fresco. A ella mejor le hubiera valido no haber dicho nada!!! el hombre se molestó diciéndole que mejor no le dijera nada y que se callara...ella también cansada de tanta represión, le replicó también en forma de pregunta el por qué de su enojo, en qué lo había ofendido, nisiquiera podía opinar ni decir nada, él sacó a relucir otra vez!!! la infidelidad de ella, que ya estaba cansado y que quería el divorcio, esta le tomó la palabra pensando que solo sería una molestia y ya. Buscaron sus pertenencias y a los niños y regresaron a su casa.
Durante el recorrido no mediaron palabras. De eso hacen ya dos meses que pasó y según nada ha cambiado, cada quien anda por su lado, porque así lo decidió él, ella quiso hablarle en dos oportunidades, no para volver sino para tratar de recuperar la comunicación por los hijos pero él continúa ignorándola y sigue utilizando a los niños como mensajeros.
Ahora bien, entiendo perfectamente que este señor se encuentre afectado por la traición de su mujer, que es una falta gravísima tanto para él como para sus hijos, ella fué desleal, lo traicionó, irrespetó su casa y por ello no es tan fácil olvidarse de una cosa tan grande como esa y que pasará mucho tiempo para que él logre recuperarse de esa mala experiencia, y que ella merezca lo que le pasó, aunque ya habían conversado y acordado que ese sería un capítulo cerrado y empezarían un nuevo capítulo en su vida, como todas aquellas parejas que pasan por esa situación, me imagino que ya no vuelve hacer lo mismo porque se rompe la confianza, siempre habrá la duda.
Pero también pareciera que él nunca tuvo intención de mejorar la relación cuando se reconciliaron, tal vez lo hizo como venganza para que ella creyera que se estaban acercando, porque él no perdía la oportunidad de recordarle a ella a aquel hombre, cuando esta se negaba a hacer algo que él le pedía. Tal vez exista alguien más en la vida de él. Es más, pienso que esa discusión que tuvieron en ese pueblo fue la excusa para separarse de ella, según él mismo le confesó que mientras estuvieron separados la primera vez, él había tenido relaciones con dos mujeres, pero no le dijo de quienes se trataba.
Cualquier motivo iba a buscar para enojarse y separarse. Por qué si estaba tan cansado de ella no se lo había dicho y esperó tanto? Quizás esté ahora con alguna de ellas y por eso ya no quiere estar con la esposa y nunca va a confesar que es así para echarle toda la culpa a ella, solo el tiempo lo dirá. Pero sí debería sincerarse y afrontar como persona adulta que es.
Pero aquí lo importante y lo triste de todo son los niños quienes son los que más sufren viendo y aprendiendo conductas negativas. Porque serán repetitivas, copiarán esas malas conductas con sus familias también. Lo que ellos hayan pasado no tiene por qué afectar la relación con sus hijos, la falta de comunicación entre sus padres estando en la misma casa, conlleva, por su propia naturaleza, una cierta hostilidad entre los padres, presionando al niño para que vea a su madre desde un punto de vista equivocado, porque tendrá muchos defectos, pero siempre será su madre. A parte del daño psicológico que les están creando, como problemas de autoestima, bajo rendimiento académico, no se relacionan, son niños deprimidos, miedosos ó ansiosos y con problemas de conducta. Lo bueno es que en el caso de estos niños no presentan esas características!!! esperemos que esta historia tenga un final feliz, donde todos queden conformes sobre todo por el bienestar de estos niños.