La mayoría de mis creaciones de entonces, nacían de ideas, más que de experiencias (este es uno de esos casos); y casi todos acabaron siendo bastante cursis, pero supongo que se debe a la edad y a ese primer contacto con la composición (poemas, cacnciones). En cuanto a lo de mentir o decir siempre la verdad, resulta un tema espinoso, pero creo que todas las acciones deben medirse de la mano de su motivación. Decir la verdad para herir es tan ruin como mentir para engañar, por ejemplo. Saludos y gracias por leerme.