Lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Tenía 6 años cuando una noche, a las 3 AM desperté como era de costumbre. Normalmente siempre me quedaba despierta sin hacer absolutamente nada. De vez en cuando paseaba y jugaba sola por la casa, pero esa noche decidí ver la tele. Me daba mucho miedo que mis padres escucharan los ruidos de la TV y me castigaran; pues ellos no sabían que solía estar despierta a esas horas y era solo una pequeña. Pero esa noche, al salir de mi habitación y caminar hacia la sala, me quedé mirando fijamente la TV y tuve deseos de encenderla.
Buscar algo entretenido no fue fácil, pero al menos descubrí que pasar canales me aburría tanto que mi sueño volvía. Fue entonces cuando estaba a punto de rendirme y BAM la aventura comenzó. Gracias, Nickelodeon.
Sin duda fue uno de los mejores momentos de mi infancia. El viaje de Chihiro tocó mi alma y corazón. Al terminar esta maravillosa obra de arte, recuerdo que volví a la cama con una sonrisa.
Desde entonces adopté una manía. Cuando tengo una hoja y un lápiz cerca, hago un pequeño dibujo de Kaonashi
Recuerdo que en 6to grado de primaria, unas chicas me retaron a cometer un acto de vandalismo; el objetivo era la pared del baño. En ese momento me sentí como Lindsay Lohan en Chicas pesadas, cuando "Las Plásticas" la incitan a escribir en El libro del mal. Y adivinen quién plasmó a Kaonashi en la pared... Sip, se veía hermoso. Nada que envidiarle a Banksy.
Ya podrán imaginarse mi gran emoción al realizar este bordado. Me sentí como esa pequeña niña de nuevo y fui completamente feliz cada vez que cogía la aguja para continuar con el.
Te ha quedado genial edte bordado del sin rostro!
Muchas gracias por su apoyo, mi querido amigo 💜