¡Hola a todos!
Hoy les traigo la tercera parte de este cuento. Huelga decir que todos los dibujos y letras los he hecho yo misma :)
En el capítulo anterior...
Al oír esto, Clara echó a llorar más todavía. Con lo sobreprotector que era su padre, dudaba de que algún día alguien lograse conocerla lo suficiente como para querer casarse con ella.
— Me voy — Gritó Harold — Pero Clara, si yo te veo con ese vestido indecente, no tocarás en el baile, eso te lo prometo. — Y salió de la tienda echando un portazo.
— No te preocupes querida — Dijo la modista intentando consolar a Clara — Podemos hacerle muchos cambios, algo que esté a medio camino entre lo que tú quieres y lo que el testarudo de tu padre exige.
— Si por mi fuera — Dijo la Duquesa — Te haría el vestido que quieres y amenazaría a Harold de quitarle mi apoyo económico si no te deja tocar. Pero lo conozco demasiado bien. Es capaz de sumirte en la pobreza con tal de no dar su brazo a torcer.
Por lo que al final se confeccionó el vestido horrible. La modista le añadió más vuelo a la falda, para que se viera bonita cuando la sacasen a bailar.
— Dudo que alguien quiera sacarme a bailar con este vestido tan repulsivo — Se lamentó Clara.
Aunque el modelo original no tenía ninguna decoración, la modista le puso un drapeado bonito en la parte del pecho para resaltar la curva de la chica, que ya tenía más de mujer que de niña, y al cuello, que se tuvo que mantener cerrado, se le puso una blonda de seda.
— Sigue siendo anticuado pero al menos en azul no se verá tanto de funeral — Suspiró la duquesa.
Las mangas, que originalmente eran largas y muy bombachas, se acortaron y se simplificaron para hacer unas mangas 3/4 que iban ceñidas a la forma del brazo.
— Bueno querida, no es exactamente lo que querías, pero al menos tampoco es exactamente lo que quería tu padre — Le consoló la modista.
Clara no quiso dirigirle la palabra a su padre hasta el día de la función. Por fin tenía la oportunidad de ser algo más que un fantasma, de mostrarse al mundo y de conocer a otras personas, incluso tal vez de conocer pretendientes… Quería brillar, sonreír, coquetear, bailar, usar un vestido que la favoreciera y sentirse admirada también por su belleza y no solo por la música. No quería ser ni era una mojigata sosa, pero durante toda su vida, desde que su madre falleció, su padre la obligaba a verse y sentirse como eso, una insípida mujer zapato, una anorgásmica muñeca tocando el violín dentro de una caja musical. Así se sentía sobre todo por el hecho de tener que tocar una canción que no la motivaba en absoluto. Y ahora el asunto del vestido. ¿Cuándo sería libre de vivir su vida? Su mayor miedo era que ese día no llegase nunca.
Te sigo... Te leo... "anorgásmica muñeca"? waoo... Quizá el entorno, quizá la presión de vivir la juventud aflorada de hormonas en velocidad de pensamientos ajenos... Me encantan las frases intensas que denotan inteligencia, excelente @catherinegairard...
gracias por leer y por tu comentario @yosmanmazero ! Si, asi se siente Clara sin poder expresarse en su maximo potencial, cosa contra lo que se ira revelando a lo largo de los siguientes capitulos :)
nice