Más vale tarde que nunca | Better late than never [ESP | ENG]

English

What happens to us TODAY: Better late than never

This time we approach one habit specifically, that of punctuality, handled by some people with the proverb or saying:

Better late than never.

From a very young age, punctuality is one of the habits we hear most about. Our parents want us to be on time for work, they hurry us to get to school early. In turn, the same is requested at work and at school. And so there are many examples of situations that arise throughout our lives associated with punctuality.
The place where we do or do not learn this habit is at home. When we are parents, each of our behaviours represents a reference pattern for our children, for them what we do is perfect, we are their role models. This needs to be carefully reviewed.
How many times do we give our children the perfect excuse to tell their teacher the reason for their late arrival?
How many times are we late for commitments?
How many times do we justify our tardiness with sayings or proverbs?
Now we are joined by traffic in many cities. There is so much traffic that even early arrivals can be late.
What confusion for the children?
There are so many reasons for being late. But why do some people arrive punctually for appointments? Why do those who live further away almost always arrive earlier?
They definitely have a secret that works.
Do they take preventive measures in each case?
Do they adapt better to change? Did they have good role models at home?
Maybe it is these or other reasons, but they succeed.
Now it is important to realise that each of our actions has consequences and that they affect the environment in which we live. This tells us that we should take preventive measures, for example: go to bed earlier, leave our homes a little earlier, prepare the things we need in advance, in other words, plan ahead.
We should also review the sayings and/or proverbs we use. For example: Better late than never. Without realising it, we may be reinforcing behaviours that we do not want to be repeated.
We may be feeding the culture of justifications.
It is true that sometimes unforeseen events occur, but we should not make a habit of them.
All this can not only affect us on a personal level, it can affect our family, our place of study, our workplace, our friendships and, in short, society as a whole.
One habit, one value, feeds another. If we are punctual, we are responsible. And let's think about the energy of giving and receiving. The vibrations we give off with our behaviour are the same vibrations we will receive. So when we don't comply with someone, we should not be surprised if someone else doesn't comply with us.
The most important thing is to review our actions and know that we can always do better.
By: Dalia Borges

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Español
Lo que nos pasa HOY: Más vale tarde que nunca

En esta oportunidad nos acercamos a un hábito específicamente, el de la puntualidad, manejado por algunas personas con el refrán o dicho:

Más vale tarde que nunca.

Desde muy pequeños, la puntualidad es uno de los hábitos del que más escuchamos hablar. Nuestros padres quieren llegar a tiempo al trabajo, nos apuran para que lleguemos temprano al colegio. A su vez esto mismo es solicitado en el trabajo y en la escuela. Y así hay muchos ejemplos de situaciones que se presentan a lo largo de nuestras vidas asociadas a la puntualidad.
El lugar donde aprendemos o no este hábito es el hogar. Cuando somos padres, cada una de nuestras conductas representan un patrón de referencia para nuestros hijos, para ellos lo que hacemos es perfecto, somos sus modelos. Esto hay que revisarlo cuidadosamente.
¿Cuántas veces les damos a nuestros hijos la excusa perfecta para que le digan a su maestra la razón de su llegada tarde?
¿Cuántas veces llegamos a compromisos tarde?
¿Cuántas veces justificamos con refranes o dichos la llegada tarde?
Ahora se nos une el tránsito en muchas ciudades. Hay tanto tráfico, que hasta el que llegaba temprano puede llegar tarde.
¿Qué confusión para los niños?
Hay tantas razones por las que llegar tarde. Pero, ¿Por qué hay personas que llegan puntualmente a los compromisos? ¿Por qué los que viven más lejos casi siempre llegan más temprano?
Definitivamente tienen un secreto que funciona.
¿Será que toman medidas preventivas en cada caso?
¿Será que se adaptan mejor a los cambios? ¿Tuvieron buenos modelos en el hogar?
Tal vez, son estas u otras las razones, pero lo logran.
Ahora es importante darnos cuenta que cada una de nuestras acciones trae consecuencias y que ellas afectan el entorno donde nos desenvolvemos. Lo que nos dice, que sí debemos tomar medidas preventivas, por ejemplo: acostarnos más temprano, salir un poco antes de nuestros hogares, preparar las cosas que requerimos con anticipación, es decir, planificar.
También hay que revisar un poco los dichos y/o refranes que utilizamos. Por ejemplo: Más vale tarde que nunca. Sin darnos cuenta podemos estar reforzando conductas que no queremos que se repitan.
Se puede estar alimentando la cultura de las justificaciones.
Es verdad que a veces se presentan imprevistos, pero no deberíamos hacer de ellos un hábito.
Todo esto no sólo nos puede afectar a nivel personal, podemos afectar a la familia, al lugar de estudio, al lugar de trabajo, a nuestras amistades y en fin, a la sociedad.
Un hábito, un valor, alimenta a otro. Si somos puntuales, somos responsables. Y pensemos en la energía de dar y recibir. Las vibraciones que emitimos con las conductas, son las mismas que vamos a recibir. Por eso, cuando no cumplamos con alguien, no nos extrañe que otra persona no cumpla con nosotros.
Lo más importante es revisar nuestras acciones y saber que siempre podemos hacerlo mejor.
Por: Dalia Borges

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