“Plumita” spread his wings (english-spanish)

Happy life in total harmony with the Universe for everyone. This is my first time writing in this community.

I had a while without writing since I have been quite busy with the University, the pack, things at home, in short, I had a difficult time. Today I return to this liberating path of writing, with more reasons than ever. If you haven't read me before, I have to tell you that I have a cat shelter where a loving doggy also lives. All of them have been rescued from the street. I should rather say that they have the generosity of sharing their home with me. One of them is Plumita.

Plumita came into my life as a beautiful baby, a speck of grayish cotton. He was always a healthy kitten, I don't remember him ever getting sick. He grew and grew and grew until he became a big, beautiful cat, eight years old, who stood out for his beauty. About his personality, what can I say?, a real Divo, like many cats he only allowed affection when he decided, otherwise if you tried to pet him without his permission, you would receive a warning growl. However, I loved playing with Blimblim's paws (my dog) and recently, sleeping cuddling with one of my neighbor's cats, who by the way is also a protectionist.

This neighbor that I mention usually places containers with cat kibble for those passing felines. One of those diners ended up being Plumita, to the point that not only was he going to eat there but about a year ago he moved to that house. Many times I went to look for him and between grunts and scratches I brought him home, but as soon as I was careless he would leave again. With great sadness I accepted his will. Of course I was always looking out to see how he was doing. I then resigned myself and stayed calm because I knew that it was fine there, as good as at home.

A week ago, my neighbor called me to tell me that Plumita was feeling down and had abdominal inflammation, possibly ascites (fluid retention in the walls of the abdomen). Of course I immediately went to assist him. From there I will make the story short, at home he received hydration, a diuretic, and a gastric protector, that is, basic first aid. Then I took him to the veterinarian, to the Nevado Mission Veterinary Care Center, which is a free public entity of the national government, where they treated him well, he was given treatment, they performed an abdominal ultrasound, hematology, well actually he received the necessary attention.

I must say this because although I am not pro-government, the attention was good. On Monday we returned to the vet, because Plumita was getting worse, here I had the results of another study that had been pending and that they did not do it there. I appreciate the honesty of the veterinarians. Palliative but not curative treatment was indicated, because his condition was very complicated. Very high diabetes and fatal kidney failure. We returned home to give him the best quality of life and all the love possible.

But what is destined to happen happens, life is finite and much more so that of our furry loved ones. Yesterday at 5:00 pm Plumita spread his wings. His brown and white feathers, large and strong to support his enormous soul, fluttered to the rainbow, where all pure-hearted beings live. And although I am sad, I feel calm knowing that his agony was short, that there is no longer any pain or suffering for him and that he left an indelible mark of love on me.

Thank you for reading and I hope to see you here soon.

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“Plumita” extendió sus alas

Feliz vida en total armonía con el Universo para todos. Esta es la primera vez que escribo en esta comunidad.

Tenía un rato sin escribir ya que he estado bastante ocupada con la Universidad, la manada, las cosas en casa, en fin, tenía un tiempo complicado. Hoy retomo este camino liberador de la escritura, con más motivos que nunca. Si antes no me has leído, te tengo que contar que tengo un refugio de gatos en dondé también habita un amoroso perrito. Todos ellos han sido rescatados de la calle. Más bien debería decir que ellos tienen la generosidad de compartir su casa conmigo. Uno de ellos es Plumita.

Plumita llegó a mi vida siendo un bebé precioso, una motica de algodón grisáceo. Siempre fue un cachorro sano, no recuerdo que se haya enfermado alguna vez. Creció y creció y creció hasta convertirse en un gatote, grande, hermoso, de ocho años de edad, que resaltaba por su belleza. De su personalidad, ¿ qué diré?, todo un Divo, como muchos gatos solo permitía cariño cuando él lo decidía, de resto si intentabas acariciarlo sin su autorización, recibirías un gruñido de advertencia. Sin embargo, adoraba jugar con las patas de Blimblim (mi perro) y en los últimos tiempos, dormir abrazado con una de las gatas de mi vecina, que por cierto también es proteccionista.

Esta vecina que menciono suele colocar recipientes con croquetas para gatos para aquellos felinos transeúntes. Uno de esos comensales terminó siendo Plumita, al punto que no solo iba a comer allí sino que desde hace aproximadamente un año se mudó a esa casa. Muchas veces lo fui a buscar y entre gruñidos y rasguños lo traía a casa, pero apenas me descuidaba se volvía a marchar. Con mucha tristeza acepté su voluntad. Claro que siempre estaba pendiente de saber cómo estaba. Yo luego me resigné y me quedé tranquila porque sabía que allí estaba bien, tan bien como en casa.

Hace una semana, mi vecina me llamó para decirme que Plumita se encontraba decaído y con una inflamación abdominal, posiblemente una ascitis (retención de líquido en las paredes del abdomen). Por supuesto que inmediatamente fui a atenderle. A partir de allí haré corto el relato, en casa recibió hidratación, diurético, protector gástrico, es decir los primeros auxilios básicos. Luego lo llevé al veterinario, al Centro de Atención Veterinario de la Misión Nevado, el cual es un ente público gratuito del gobierno nacional, donde lo atendieron bien, se le colocó tratamiento, le realizaron un ecosonograma abdominal, hematología, bueno en realidad recibió la atención necesaria.

Debo decir esto porque aunque no soy pro gobierno, la atención fue buena. El lunes volvimos al veterinario, porque Plumita estaba empeorando, ya aquí tenía los resultados de otro estudio que había quedado pendiente y que no lo hacían allí. Agradezco la honestidad de los veterinarios. Se indicaron tratamiento paliativo pero no curativo, debido a que su estado era muy complicado. Diabetes muy elevada y la fatal falla renal. Volvimos a casa a darle la mejor calidad de vida y todo el amor posible.

Pero lo que está destinado a pasar pasa, la vida es finita y mucho más la de nuestros amados peludos. Ayer a las 5:00 pm Plumita extendió sus alas. Sus plumas marrones y blancas, grandes y fuertes para sostener su enorme alma, aletearon hasta el arcoíris, allí donde habitan todos los seres puros de corazón. Y aunque estoy triste, me siento tranquila de saber que su agonía fue corta, que ya no hay dolor ni sufrimiento para él y que dejó en mí, una huella de amor imborrable.

Gracias por leerme y espero verlos pronto por aquí.

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