Observaciones y desarrollo de una polilla del género Dichomeris (Gelechiidae)

La metodología empleada por muchos artrópodos para reafirmar sus permanencias en distintos escenarios naturales y antropizados es realmente sorprendente, hoy en día se conocen muy bien algunas de las capacidades para adaptarse que poseen la mayoría, otros suelen ser más sensibles y optan por seguir proliferando en zonas más puntuales y menos exploradas por el hombre, pero lo importante de todo esto es que pese a los peligros a los que están expuestos constantemente continúan haciéndose sentir de alguna manera para desempeñar sus distintas funciones desde un punto de vista ecológico. Cuando se menciona: "peligros a los que están expuestos" no solo me refiero a su lucha constante contra sus enemigos naturales, sino que cada vez deben tolerar más todos lo cambios que fomentan las actividades humanas, las cuales terminan por ser mucho más intrusivas y nocivas.

Por otro lado, desde hace varios meses he realizado un monitoreo constante a 3 limoneros que tengo en casa, uno de los objetivos es seguir la fluctuación de las poblaciones de aquellos artrópodos que en distintos periodos del año aparecen en estas plantas, así como evidenciar sus desarrollos, interacciones y el desempeño que tiene cada insecto en estos agroecosistemas. A su vez, he notado que varias de estas formas de vida (artrópodos) son temporales y otras están presentes prácticamente todo el año en el lugar, siendo los rastros, avistamientos y los daños en las plantas algunas de las cosas que me han servido para llevar registros de los mismos.

Dicho esto, lo que ven en esta fotografía ha sido uno de los hallazgos más llamativos del presente mes de agosto, se trata de la aparición de algunas hojas selladas o sutilmente enroscadas y pegadas por algún artrópodo con la capacidad de producir seda, en primera instancia (sin ver lo que se oculta) podríamos atribuir tal hazaña a un arácnido, ya que muchas anidan o se ocultan de esta forma en las hojas, pero también hay que tener en cuenta que otras formas de vida también son capaces de hacerlo. Al ver las imágenes notaremos que los bordes de la hoja no están dañados ni nada por el estilo, únicamente están muy bien pegados entre sí quedando expuesta tan solo una abertura muy cerca del peciolo, esta pueden verla marcada con un circulo rojo en la fotografía de la izquierda.

A su vez, al intentar ver algo por el orificio se apreciaba movimiento dentro de esta hoja sutilmente sellada y, pese a que no podía identificar muy bien lo que era, todo apuntaba a que era la fase juvenil de algún lepidóptero. Otra cosa es que tampoco se podía aplicar fuerza para intentar romper la hoja porque aquello que se ocultaba en su interior sería estropeado, por lo que colecté estas hojas para abrirlas con más calma e identificar lo que había en su interior.

En estas fotografías se puede ver lo que se ocultaba en el interior de la hoja doblada, se trataba de una oruga que empleando una especie de seda era capaz de unir los bordes de la hoja para crearse un refugio, la flecha roja en la fotografía señala los rastros de esta seda generada y que solo es visible una vez que la hoja es desenroscada, añadiéndose que este ejemplar juvenil es de una tonalidad verdosa y presenta la cabeza de un color rojizo oscuro, estéticamente no tiene otro detalle externo que valga la pena destacar. De igual manera, en la fotografía (1) se destaca que esta oruga mientras está oculta se desplaza hacia la parte más alejada del orificio o abertura que deja en la hoja, una vez que logré abrir la hoja el ejemplar intento nuevamente volver a enroscar para sellar este "refugio" que la aísla del exterior, mostrando un comportamiento muy intranquilo.

Para este momento no sabía realmente la especie o familia a la que pertenecía este ejemplar juvenil, pues, son muchos los tipos de orugas que tienen esta curiosa capacidad de crear refugios empleando hojas, pero lo que resulta muy curioso es que la planta en donde estaba no presentaba los clásicos daños (rupturas en las hojas) de ningún tipo, lo que me hace pensar en un inicio que esta oruga originalmente provenía de otra planta de los alrededores que usaba de alimento.

Para disipar las dudas expuestas en el párrafo anterior, esta oruga fue mantenida en cautividad y le suministraba algunas hojas de limón para ver si se alimentaba de estas, de esta forma también haría tiempo a que culminara su desarrollo y así poder ver al adulto, siendo esta una manera más viable para intentar identificarla. Las observaciones tras tomar estas medidas fueron las siguientes: en primer lugar el ejemplar si se alimento del material vegetal suministrado (hojas de limón), por lo que esta si era su planta nutricia, como segundo dato se evidenció que durante las noches abandonaba sus refugios para alimentarse y luego volvía al mismo refugio o elaboraba otro de la misma manera, es decir, enroscaba las hojas.

Ahora, lo tercero es que logró culminar su desarrollo resultando ser el ejemplar que pueden ver en las fotos de esta sección, en la imagen de la izquierda se puede ver tanto al adulto como la pupa de la que emergió, logrando ver esta fase puedo agregar que pertenece a la familia Gelechiidae.

Esta familia es muy enorme, ya que sus cifras numéricas ascienden a miles de especies, así que llegar a la especie en este caso sería una tarea muy difícil; sin embargo, por características y conductas puedo decir que se ubica como un miembro más del taxón conocido como Dichomeris (género), pero la investigación en base a la sociedad de estas como consumidoras de plantas de limón fue infructuosa, perdiéndose aquí un dato que ha podido ser clave. En vista de que se habla de grupos muy grandes en números, muy poco se sabe de aspectos biológicos y ecológicos de varias especies de Dichomeris (hay más de 600 de estas en el mundo), siendo relevantes solo aquellas que ya han sido registradas como plagas en algunas regiones del mundo.

A nivel de características, podemos destacar que este ejemplar de Dichomeris tiene una coloración parduzca por toda la zona dorsal, mientras que la parte ventral está dominada por el color negro, las antenas son muy alargadas y las mantienen plegadas hacia atrás sobre sus alas. De igual manera, al ver la foto de la derecha pueden ver que sobre su cabeza sobresalen 2 estructuras algo curvas y cortas que parecieran ser "antenas", pues, en realidad estas son piezas que se conocen como palpos labiales, en este grupo lucen de esta manera erguida y están repletos de múltiples escamas.

Por otro lado, me parece bastante interesante la conducta de esta polilla durante todo su desarrollo, los juveniles de Dichomeris emplean esta táctica de elaboración de refugios para mantenerse a salvo de múltiples enemigos naturales, aunque siempre la van a tener muy difícil para huir de aquellos que las buscan para parasitarlas. Sin embargo, ocultarse sutilmente en una hoja durante una etapa tan vulnerable le permite a una Dichomeris obtener más posibilidades de sobrevivir, incluso se aísla de ciertos factores ambientales, pudiendo incluso usar estas hojas enroscadas para invernar o evitar los estragos generados por las lluvias. Todavía tendré la duda acerca de saber la especie, pero añadir de antemano que el limón y probablemente otras rutáceas sean algunas de sus plantas nutricias permite conocer más sobre estas especies del género Dichomeris y así evitar posibles daños en estas plantas ante la presencia de estas polillas.

Todas las fotografías compartidas en este post pertenecen al autor @abneagro. Las imágenes fueron editadas con la aplicación Canva.

Algunas referencias:

Dinia Martínez. Dichomeris designatella DHJ02 (Gelechiidae). Area de Conservación Guanacaste, Costa Rica, Inventario de mariposas en ACG

Familia Gelechiidae

Género Dichomeris