A ride in caracas // My first time in an airplane (English/Spanish)

De paseo en caracas // Mi primera vez en avión (Ingles/Español)

Un saludo amistoso queridos Hivers. El día de hoy quiero compartir con ustedes mi experiencia de un miércoles de paseo un tanto diferente. Esta vez, no fue un simple paseo por la ciudad, sino que tuve la oportunidad de viajar en avión por primera vez hacia la bulliciosa ciudad de Caracas. Así es, en mis 30 años no me había subido en un avión y a pesar de los muchos rumores que había escuchado acerca de que la primera vez dan muchos nervios, yo no tenía ninguna predisposición negativa sobre esto. de hecho siempre había querido viajar en avión y esta primera experiencia me dejo claro de que no soy nada nerviosa para este tipo de viajes.

Aunque el viaje fue por motivos de trabajo, debo admitir que realmente disfruté de cada momento que pasé en esta increíble ciudad. Desde el momento en que despegué hasta el aterrizaje en el aeropuerto de Maiquetía, cada instante fue emocionante y lleno de nuevas experiencias. Otro detalle es que viaje con mi jefa, esto no me parecía tan cómodo porque no le tengo confianza, aun así fue muy ameno el tiempo en el aire, pues pudimos conversar varios temas, no solo de trabajo también nos confiamos algunas experiencias personales y eso rompió bastante el hielo.

Al llegar a Caracas tuve la oportunidad de conocer a personas interesantes que me hicieron sentir como en casa. Como trabajo en el área cultural, la razón del viaje era un taller acerca de cultura y patrimonio, además nos dieron varias herramientas para registrar y comunicar la cultura de nuestro país. Estuvo realmente interesante y hubo muchas ponencias con profesionales del cine y de la investigación cultural que tiene una gran reputación a nivel nacional.

Todas las actividades se realizaron en la Escuela Venezolana de Formación, no conocía este lugar pero me gusto bastante. Se trata de un espacio físico bastante amplio cuya función es la formación y la planificación de diferentes entes. En cuanto a la organización, a los trabajadores que fuimos a los talleres nos hospedaron en unas habitaciones que hay allí mismo en la Escuela Venezolana de Formación. Estaban bastante cómodos pero tanto las habitaciones como los baños eran compartidos. Las comidas estuvieron muy completas y ricas, en los desayunos y cenas eran sándwich o arepas y los almuerzos eran variados pero cada día hubo arroz, ensalada y proteína. Además, mi amor por el café se vio satisfecho durante mi estadía en Caracas.

Lo más difícil fue la abstinencia de café, pues en casa siempre me tomo dos litros al día. Aquí era muy difícil conseguir café por cantidades, pero cada mañana salía con mis compañeras de habitación y nos comprábamos un vasito de café en unos quioscos que quedaban a unos 300 metros de la escuela. Porque para colmo a los alrededores de la escuela no hay nada cerca donde se puedan comprar o comer. Lo bueno es que a pesar de estar distantes de todo, cada mañana me deleitaba con una vasito de café recién hecho, lo que me daba la energía necesaria para enfrentar mi jornada de trabajo con entusiasmo y dedicación.

El último día mi jefa me llevo al hotel donde ella se estaba quedando con los jefes de otros estados. Esta decisión la tomó porque el vuelo de regreso al estado Táchira era muy temprano y me comento que si me dejaba allí en la Escuela Venezolana de Formación sería una demora en la mañana pasar a buscarme y cualquier contratiempo podía hacernos perder el vuelo. Yo estuve de acuerdo con todo y nos fuimos al hotel Plaza Mayor, ubicado en La Candelaria. Sin duda los jefes la pasan mucho mejor que los demás, las habitaciones de este hotel son muy cómodas y hermosas. También tiene servicio de restaurante, donde cenamos una deliciosa hamburguesa. También fuimos al Centro Comercial Sambil y nos comimos un helado. Pase una noche excelente, muy deferente a todas las demás, en compañía de mi jefa y dos compañeras más de otros estados del país.

Al otro día regrese a casa, muy satisfecha con la información que había recibido y todo lo aprendido. Y además con todas las bonitas experiencias y los recuerdos de la gente maravillosa con la que compartí. Me alegra mucho poder compartir esta experiencia con ustedes, porque sin duda este fue un paseo estupendo. Hasta pronto queridos amigos.