¿CÓMO GANAR LA BATALLA CONTRA EL ESTRÉS?
Cada individuo adulto perteneciente a la sociedad se enfrenta diariamente a situaciones que le producen gran estrés, ya sea pagar deudas, comprar comida, trabajar y/o atender a sus hijos, y, como resultado de estas responsabilidades, surge algo que biológicamente se le llama “estrés fisiológico”. Con la presencia constante de esta condición se producen consecuencias que afectan la salud tanto del cuerpo como de la mente de hombres y mujeres.
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En uno de los números publicados la semana pasada hablábamos de la evolución biológica humana, resaltando algunos aspectos claves que lo diferencian del resto de los animales, entre ellos: el bipedalismo, la relación mano-cerebro y el crecimiento del cerebro. Estos, en muy poco tiempo lograron diferenciarnos del resto de los primates y han sido elementos fundamentales para la evolución cultural.
De alguna manera, la evolución biológica creo las condiciones y capacidades cognitivas que los primeros Homínidos utilizaron para entender el planeta y hacer uso de él. Debemos recordar que, es el hombre el responsable de todas las prácticas que hoy el mismo ejecuta, lo que quiere decir que ha creado un mundo explicado por él mismo.
Sus habilidades entonces han tenido mucha ventaja, tanto así que se cree especie dominante. El hecho de utilizar las herramientas, desarrollar sus capacidades cerebrales y comenzar a enredarse en un sistema social, le ha permitido transmitir los conocimientos de generación en generación. Cuando hablamos de cultura, estamos haciendo referencia a todas las practicas, tradiciones, valores, creencias, tecnologías, lenguajes e invenciones que han sido desarrollado por nuestro género. Ahora bien, la evolución cultural viene a ser la manera en la que todos estos elementos culturales se han transformado en el tiempo.
Imaginen la alegría de aquel hombre que ideó una lanza para perfeccionar la caza (practica para alimentación) ¿Es comparable a la de Elon Musk cuando lanzó su primer cohete al espacio? Seguramente sí, y es que cada invención ha sido un hito en la historia de la humanidad y ha ido acorde al conocimiento y los recursos de la época en que se generó la invención.
Tal vez nos sentimos muy orgullosos de ser una especie única y dominante ¡Seguro que sí! Sin embargo, a medida que fuimos avanzando en nuestras prácticas e incluso perfeccionándolas, hemos ido deteriorando nuestro ambiente, lo que tal vez puede convertirnos en la especie con menos sentido de pertenencia e incluso, con equis función en los ecosistemas.
La evolución biológica, sin duda alguna ha sido menos evidente que la cultural. Nuestra inteligencia e imaginación se ha convertido en una herramienta primordial para crear, tal vez innecesaria para el resto de los seres vivos, quienes aún siguen trabajando para mantener el planeta en equilibrio, y tal vez defendiéndolo del mono que se bajó un día del árbol.
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