Saludos, amigos que hacen vida en Hive, les estoy muy agradecida por las muestras de solidaridad en el proceso de salud, que actualmente sigo. Deseo hacer esta exposición de motivos por la cual estoy solicitando apoyo, para aportar un poco de claridad en el asunto.

El año pasado a finales del mes de febrero tuve una situación incómoda que me generó un malestar con diferentes tonalidades de tristeza, decepción, enojo, sorpresa y otras más, ciertamente, somos nosotros los que reaccionamos a las situaciones, que nos ocurren y lo que hacemos con ellas: un pastel para comérnoslo o lo echamos a la basura. Esta situación me quitó horas de pensamiento y sueño: permití que me afectara, pero hoy bendigo ese hecho que prendió las luces a un problema que venía gestándose.

En el mes de marzo, mientras dormía o intentaba hacerlo, una figura resplandeciente de colores naranja, marrón y dorado pasó a través de mí, grité y me quedé paralizada por un buen rato tratando de entender.
Esto comenzó a repetirse con diferentes elementos, a veces hasta bonitos, pero que por ser sorpresivos, en la primera etapa de conciliar el sueño, me generaban taquicardia, y afectaban el buen descanso, comenzaron a pasarme también en la siesta de la tarde. Era un sobresalto donde mi cerebro me decía: "me morí", obvio, no me moría pero se fue muriendo mi paz, le agarré miedo a la noche, lo comenté con las personas cercanas, cada uno con un veredicto: «es el excesivo uso del teléfono, que esa luz y tal..." (Yo trabajo en Hive con el celular) Entonces no lo usaba en la noche.
Tomé todos los tés recomendados: guanabana, flor de Jamaica, manzanilla, toronjil y sí: también me hice ver con un neurólogo quien me habló de la ansiedad y cómo todos los venezolanos, por razones conocidas andamos ansiosos. Hice su tratamiento y pude dormir placenteramente, mientras duró el mismo.

En vista de que me daba mucha taquicardia, me fui a ver con una cardiólogo, ella me indica una cantidad de exámenes y dijo que me vería en tres meses. También me remitió a un psiquiatra, en el hospital no tenía cupo este especialista y me ví con una psicóloga. Reuní para hacerme los exámenes, muchos, esto salió costoso, pero logré hacerlos.

Uno siempre piensa que hay problemas con colesterol, triglicéridos, aunque yo me cuido bastante con la comida y el azúcar y esas cosas. Los resultados mostraron que todo eso estaba bien, pero las hormonas estaban alteradas.
Debo acotar que en toda mi vida, primera vez que se me hace un examen hormonal, y me preguntó por qué nunca antes me los habían solicitado, hoy los considero tan importantes o más que los rutinarios, entonces tocó verme con una endocrino, reuní el dinero y esta sin ver los exámenes, comenzó a describir mi manera de ser, a lo que mi hija acompañante, iba asintiendo, la doctora me describía como una persona impaciente, que siente que el mundo está paralizado y ella acelerada, entre otras.

Cuando puso la mano en mi cuello detectó un nódulo agrandado, me puso tratamiento y me dio la orden para un ecosonograma de tiroides, al tiempo, que narraba mi vida como si me conociera de siempre, solo por detectar un magnesio bajo y un hipertiroidismo, que vive conmigo quién sabe desde cuándo.

Al día siguiente me fui al médico cirujano que hace el eco, quien confirmó la presencia del nódulo y acotó que estaba sumergido y de gran tamaño. Nuevamente a la endocrino a mostrar resultados que evidenciaron lo que ella ya había anticipado. BOCIO IZQUIERDO MULTINODULAR SUMERGIDO.

Me colocó tratamiento por un mes, para evaluar nuevamente, (ya pasó el mes) debo repetir los exámenes hormonales, ella aumentará, disminuirá o mantendrá el tratamiento, según lo que arrojen los nuevos resultados, más una tomografía, porque necesariamente eso hay que quitarlo, ya está incomodando el proceso de deglución de los alimentos.

En vista de que aún con tratamiento, seguía con episodios de trastorno de sueño, fui al psiquiatra, quien determinó un cuadro de ansiedad que él explica como el dilema de la gallina y el huevo, es que la ansiedad provoca hipertiroidismo o este provoca ansiedad. Al parecer es que la ansiedad genera el exceso de hormonas tiroideas. Este tratamiento me ha hecho dormir toda la noche y a veces parte del día. Estoy feliz por eso, duermo, descanso, ya no me tiemblan las manos, ya no tengo taquicardia, pero tengo un nódulo que sacar y el valor de la operación está alrededor de los dos mil dólares porque debe intervenir un especialista en tórax. Esa es mi historia.

Estoy en Venezuela, sin seguro médico, con la solidaridad familiar y de mis amistades, que me han ayudado a la parte preoperatoria, exámenes , medicamentos, consultas. Mis hijos están haciendo rifas, y me dicen que me quedé tranquila, eso trato. Hoy acudo en compañía de la comunidad de Holos& Lotus, a agradecer a ustedes por todo lo que se está haciendo y exponer mi situación.

Adjunto evidencia.

Resultados exámenes hormonales

Tratamiento de la endocrino.

Informe del ecosonograma

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Imágenes propias.
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