La demonización del pasado/ESP-ENG

in Holos&Lotuslast month

Lo vivido, lo pasado, se ha convertido, en los últimos tiempos, en receptáculos de elementos oscuros, que hay que borrar y olvidar. Algunas canciones lo repiten: «Ya lo pasado pasado, no me interesa».

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Este es un tema de verdad que tiene cinco patas, porque hay un pasado que mejor ni ver ni recordar, pero hay otro, lleno de vivencias, de logros, de gente amada que ya no está, que en lo particular, me encanta evocar.

El pasado existe para que podamos borrar y corregir el futuro, viviendo un presente fresco, novedoso, interesante y sorpresivo. Este presente se convertirá pasado y aunque hay una página en blanco que llenar y muchas cosas maravillosas, pueden quedar escritas ahí, también existe la posibilidad de que algo no suceda como esperamos, es presente, es negativo, quedará en el pasado y mejor no acordarse sino de la enseñanza para no repetir.

No todo lo pasado fue malo, tampoco todo lo pasado fue mejor. Entiendo todo este meollo. Sé lo que es coincidir con personas que remiendan un artículo, hasta que se deshace solo, y aún así, comprando uno nuevo, les cuesta botar el viejo, es desgastante.

También conozco personas que todo lo tiran, que no soportan tener un objeto al que no le ven utilidad real: los recuerdos de algún evento, un obsequio o souvenir, pasan directamente al basurero, despreciando el sentimiento que pueda representar para alguien ese presente.

Creo que puede haber algún tipo de fanatismo en estás nuevas creencias que se vuelven exageradas e ilógicas.

Realmente, es un tema delicado y con muchas miradas. La gente muy joven, nacida en un contexto desechable, puede deshacerse con más facilidad de: ideas, objetos, lugares, raíces, inclusive pueden no encariñarse con nada y en un «no soy de aquí ni soy de allá», moverse de territorio sin mostrar apego de ningún tipo.

Quizá hablo desde un yo que mantiene la querencia por esos recuerdos amenos, remembranzas de momentos familiares, de niñez, de risas y rochela. Recién comentaba con un nieto, quien tiene once años, que le hacía gracia el tono actual de llamada de mi teléfono, y hasta no hace mucho, el de los mensajes era su voz de dos años, avisándome en su media lengua: «abuela tiene mensaje, abuela tiene mensaje», esto, que resultaba gracioso para quien escuchara, era para mí un recuerdo tierno y así como eso, tengo muchos.

En mi monedero, en el espacio de las tarjetas, está el dibujo que me hizo mi nieta, verlo siempre me saca una sonrisa y me llena de ternura.

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La idea de desprenderme de objetos solo porque están obsoletos, me cuesta, recuerdo cómo boté tres cajas de discos de acetato de larga duración, solo porque era el disco compacto el que estaba de moda, y cómo me arrepentí después, aún quiero volver a escuchar una recopilación de música clásica, que sé que está en Youtube, pero olvidé el nombre de la colección y la he buscado con detenimiento y no la encuentro.

Cuando pongo a prueba el pasado descubro que hay joyas que rescatar, recuerdos que transmitir, experiencias que mantener y vida vivida para nunca olvidar. La memoria es un refugio sagrado.

Esta publicación surge luego de leer la iniciativa de nuestra amiga @rosahidalgo.

Gracias por tu amable lectura.

Mi contenido es original.

Imágenes propias.
He utilizado el traductor de Google.

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English Version

The demonization of the past

The lived, the past, has become, in recent times, receptacles of dark elements, which must be erased and forgotten. Some songs repeat it: "What's past is past, I'm not interested."

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This is a true topic that has five legs, because there is a past that is better neither seen nor remembered, but there is another, full of experiences, achievements, of loved people who are no longer here, which, in particular, I love to evoke.

The past exists so that we can erase and correct the future, living a fresh, novel, interesting and surprising present. This present will become the past and although there is a blank page to fill and many wonderful things can be written there, there is also the possibility that something does not happen as we expect, it is present, it is negative, it will remain in the past and it is better not to remember but of teaching so as not to repeat.

Not everything in the past was bad, nor was everything in the past better. I understand this whole point. I know what it's like to meet people who mend an item until it falls apart on its own, and even then, when buying a new one, they find it difficult to throw away the old one, it's exhausting.

I also know people who throw everything away, who can't stand having an object for which they see no real use: memories of some event, a gift or souvenir, go directly to the trash can, disregarding the feeling that this present may represent for someone.

I think there may be some kind of fanaticism in these new beliefs that become exaggerated and illogical.

Really, it is a delicate topic with many perspectives. Very young people, born in a disposable context, can more easily get rid of: ideas, objects, places, roots, they can even not get attached to anything and in a "I'm not from here nor I'm from there", move from territory without show attachment of any kind.

Perhaps I speak from a self that maintains a fondness for those pleasant memories, remembrances of family moments, of childhood, of laughter and rochela. I was just commenting with a grandson, who is eleven years old, that he was amused by the current ringtone on my phone, and until not long ago, the one in the messages was his two-year-old voice, warning me in his half-tongue: "Grandma has message, grandmother has a message”, this, which was funny for whoever listened, was a tender memory for me and just like that, I have many.

In my purse, in the space of the cards, is the drawing that my granddaughter made me, seeing it always makes me smile and fills me with tenderness.

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The idea of ​​getting rid of objects just because they are obsolete is difficult for me, I remember how I threw away three boxes of long-playing acetate records, just because it was the compact disc that was in fashion, and how I regretted it later, I still want to listen to it again a compilation of classical music, which I know is on YouTube, but I forgot the name of the collection and I have searched carefully and can't find it.

When I put the past to the test I discover that there are jewels to rescue, memories to transmit, experiences to maintain and a life lived to never forget. Memory is a sacred refuge.

This publication arises after reading the initiative by our friend @rosahidalgo.

Thank you for your kind reading.

My content is original.

Own images.
I have used Google translator.


English Version

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Sort:  

Impresionante lectura, es muy emotiva. Es muy cierto, no todo el pasado es bueno, pero no todo es malo. Siempre hay muchas cosas buenas que recordar, momentos agradables, grandes enseñanzas y hasta anécdotas de cosas vividas.

El pasado solo es aquello que vivimos, que nos llevó a nuestro presente actual, ayudando a definir quien somos... Siempre lo he pensado así. Cada momento y situación deja una enseñanza.

A veces podríamos pensar que algo no tiene utilidad o valor por qué ya pasó de moda, pero muchas veces nos equivocamos en ello y resulta que tienen un gran valor, imagino que asi han de pensar los coleccionistas, pero que aquellos pensamos asi, por lo general damos mas valor a lo que representan sentimentalmente, cuando ya practicamente su utilidad es nula.

Fue un gusto leerle.

Un agradable aporte a mi publicación, así lo siento. De pequeña me gustaban las piedras de formas raras, las coleccionaba junto con la historia de cómo llegó a mis manos. Entonces mi abuela que solía viajar me las traía también como recuerdo. Me encantaba mi caja de piedras, en una mudanza las perdí, pienso en que me gustaría tenerlas ahora. Tengo otras compradas en los malecones cuando he ido a la playa, pero es diferente.

Muchas gracias por tu mirada.

 last month (edited) 

Un mal recuerdo cuando se trae al presente y se observa en pausa puede ser transformador, así se va. Mientras, los recuerdo alegres permanecen siendo el motor que enciende a la serotonina para hacer el viaje desde el estomago hasta el cerebro contagiando a la células llenando el cuerpo de felicidad, tal como le sucede a Ud. al escuchar su celular o el dibujo de su nieta...
❤️

Sí, pienso que hay que trabajar eso para que se vuelva una brizna, a veces me recuerdan situaciones y yo he olvidado todo el incidente. Lo que quiere decir que uno filtra y se queda solo con eso que le provoca bienestar.

Saludos cordiales.


Bonito texto reflexivo el que nos ha regalado.Un gran saludo @charjaim, debo decir que su publicación me ha hecho pensar en muchas cosas, está llena de poesía, de verdad. Es verdad, la generación más jóven ha crecido en una especie de burbuja donde todo es desechable, y fácil se puede botar cualquier cosa, hay un gran desapego en la actualidad a demasiadas cosas, lamentablemente. No había visto esta iniciativa, pero voy a participar.

Agradecida por tu comentario y contenta de que te haya gustado, sí, la iniciativa tiene nueve días ya, pero el tema bien vale la pena.