Después de alegrarme muchísimo con el regreso de Cradle Of Filth a sus andanzas de black metal gótico sinfónico con Hammer of the Witches, ahora el nuevo disco de Slipknot "We are not your kind", apenas el sexto en 20 años desde su debut homónimo y tras media década sin producciones de estudio, arroja a tu cara un regreso a algunos de los elementos distintivos que dieron renombre del octeto, ahora con un solo percusionista tras la salida de Chris Fehn, de Des Moines, Iowa. Fehn (conocido como #3) dejó la banda apenas en marzo después de demandarla por retener pagos acumulados, acusando directamente a Shawn Crahan y Corey Taylor por esto.
El nuevo disco tiene muchos de esos agudos sostenidos de las guitarras, areglos de samples electrónicos, golpeteos industriales, scratchs de DJ, arreglos nu-metal de guitarra, bajo y batería de tiempos entrecortados, los cambios de voz entre lírica y gritada propias del grunge que hicieron famoso a Taylor y poderosa percusión. Su single "Unsainted" tiene además los ganchos melódicos que encantaron al público a finales de los 90: coros muy pegadizos, cambios de humor de la tristeza a la rabia y puentes para pasar de caerse a golpes en el concierto a bailar cantando como si se tratara de una canción de POD o Disturbed.
En un largo disco, son 14 temas aunque tres de ellos son intros o interludios, Slipknot desarrolla sus diversas piezas, volviendo a sus orígenes pero con un gran peso al lado electro-industrial y percusivo de la mezcla, aumentando la cantidad de gritos pero agregando además unos coros colectivos de fondo, algunos de voces femeninos, que le añaden profundidad a los temas. Resaltan los arreglos que combina la fuerza percusiva con guitarras gruesas y cambios de tiempo, quizás un poco formulaico y repetitivo, pero siempre funcional para los objetivos propuestos.
Incluso en temas como "Critical Darling" se escucha algo de rap-metal a lo "Boom!", de nuevo de POD, lo que hace parecer que este disco es una especie de revival que bebe de las raíces del género al que le suman su personalidad original. Pero esto no es el Iowa, sino una versión un poco más arreglada y menos dura que su debut, aunque con buenas guitarras para descargar.
También hay algo de temas lentos, densos y malvados como la balada oscura "Liar´s Funeral" aunque no tan perversos como "Purity". Y así inicia la segunda mitad de la producción con "Red Flag", una especie de nueva "Spit It Out", sin voz melódica, para confirmar que esto es una remezcla de sí mismos, lo cual puede ser peligroso pero apela a lo que ya sabes que funciona. Así se escucha "Orphan", con pocos coros melódicos pero una resumen de sus primeras canciones.
El disco mezcla fiereza y misterio tratando de sacar lo mejor del pasado, tener partes melódicas y apetecibles para mayores mercados de su tercer y cuarto disco, y un horizonte abierto, ¿qué va a pasar ahora? Por ahora, a disfrutar de esta versión retrotraída, siempre divertida y potente de los enmascarados de Des Moines.