Como quien sigue la luna atrapada
detrás de nubes grises,
te perseguí esa madrugada
y me bañé en tu luz tenue
Estático y fascinado
observador del mundo calmo
y de las almas durmientes
Velé por mis sueños
aquella temprana mañana
y agradecí por el presente
Entre sonidos de acordes,
mis pies cansados
en medio de la oscuridad
Mis ansias te buscaban,
y nos encontrábamos,
en medio de la urbe gris
Fue aquél destello de luz
que en medio de la noche
atravesó mis ojos
Y como el obturador
de una cámara vieja,
logré captarte
Ahora,
en cada parpadeo,
te encuentro
En un eterno sueño,
con cada movimiento ocular
suelo buscarte incansablemente
¡Oh, amada luz!
¿Donde estás?
¿A donde te habrás ido?
¿Será que aquél otro a quien iluminas te esconde con recelo?
¡Oh, amada luz!
¿Por qué te escondes?
Quizá solo soy muy ingenuo como para encontrarte.
O quizá será mi dormida avenencia
por el frío y la oscuridad,
que me aleja de ti
La verdad,
ya no sé que esperar de mí
Solo esperaré a otra oscura mañana,
en que las nubes me dejen verte.
Muchas gracias!