Los ves constantemente, son como locos, corriendo mientras miden el tiempo y la distancia que han recorrido, sumando kilómetros, frustrados por no ser más rápidos que su reloj, subiendo y bajando por calles y avenidas sorteando cada alcantarilla, esquivando cada persona que consiguen a su paso, respirando agitadamente a tu lado corriendo en un punto muerto mientras cambia la luz de un semáforo, parece que no te miran, dan la impresión de estar en la misma acera que tú pero su mente se encuentra en un evento de carreras, donde tú eres solo alguien más a quien esquivar.

Los ves en pleno éxtasis, subiendo a tu lado en nuestro pulmón natural, irrumpiendo tu paz natural con su fiera forma de subir hasta la cima como si los estuvieran esperando, agitados y al mismo tiempo incansables, con un aura de supremacía y tan sencillos como si de una hoja de ese parque fueran... la montaña no se va ninguna parte ¿por qué tanto apuro en llegar? ¿por más arriba que lleguen, luego no tendrán que bajar?

No puedes evitarlo, también están ahí, encerrados en el mismo gimnasio que usas para mantenerte en forma y liberar tensión, mientras ellos están más tensos que cuando entraron... cargando objetos que pesan más que tú, pedaleando esa bicicleta estática como sí compitieran contra el campeón actual del Tour de Francia, poseídos por la idea de alcanzar algo más allá de lo humano... son unos locos...

Puedes oírlos gritar y frustrarse por no recibir ese pase y anotar el punto que los harán ganar el partido, como sí la copa del mundo estuviera esperándolos, los ves correr, saltar, gritar, reírse y frustrarse por cada buena o mala jugada que ejecutan con su equipo ¿acaso no juegan para divertirse?, pasan hora tras hora repitiendo y anotando contra el equipo contrario.

Conoces por lo menos a uno de ellos, agendan sus entrenamientos como sí fuera su trabajo, mantienen dietas rigurosas con la intención de poder bajar un segundo en su carrera, poder cargar un kilo más o ¡sabe dios con que intención!, no se te ocurre en que puede pensar una persona que deja de disfrutar una maravillosa y suculenta empanada de carne mechada con salsa tártara y una malta o refresco de desayuno por un plato de Avena en hojuela o una grandiosa hamburguesa doble carne, tocineta y papas fritas, por una ensalada cesar...

No conocen de horas, ¿Quien en su sano juicio puede dejar su cómoda cama un domingo a las 5:30 de la mañana por ir a la calle fría y húmeda a correr hasta que su piernas no puedan dar un paso más? ¿Que persona normal dejaría de disfrutar un par de buenas cervezas un viernes por la tarde con los amigos por irse a una tortuosa clase aerobicos o de spinning?

Puedes verlos sudorosos constantemente, puedes sorprenderlos ahogar una queja de dolor por "una tontería" que les ocurrió durante una de sesiones de entrenamiento "nada de que preocuparse" seguidas de una pacifica sonrisa y una insana invitación a que te animes y los acompañes en su próximo reto jajaja ¿masoquismo? ¡no, gracias!

Sí, yo soy uno de esos locos sudorosos e inquietos que viven en una competencia contra mi mismo, siempre bajo la premisa de "¡Sé que esto puedo hacerlo mejor!", también sufro de "tonterías" consecuencia de mis entrenamientos, no, no pertenezco a ningún equipo oficial de running, spinning, gimnasia, escalada, levantamiento de pesas, fútbol o nada que se le parezca, pero sueño con ser tan bueno como esos profesionales que ganan millones con sus actividades ¿se pueden imaginar ser ustedes los que los derroten en un uno contra uno en la calle? ¡GENIAL!

El exigirse cada vez más y tomarse tan en serio y con disciplina profesional estás actividades de recreación puede asustar a muchos, es obvio, una persona que sufre un dolor de piernas o de brazos por estar agotado de realizar cualquiera de estás actividades sin ganar algo a cambio pareciera ser algo de locos, pero no es así, esa sensación de cansancio es gratificante, el saber que puedes llevar tu cuerpo a realizar cosas que no te imaginabas o que otras personas no pueden hacer, que puedes alcanzar lugares que muchas otras personas no pueden alcanzar, es sumamente gratificante, te llena de orgullo por tu capacidad de sobrepasar tus propios limites y hacer cosas nuevas, solo que trae consigo un demonio: La duda. Sí logré estoy hoy... ¿Que puedo lograr sí sigo entrenando/practicando?

Al igual que millones de personas, yo también he tenido esa duda y eso me ha llevado a realizar distintas cosas como Correr Carreras de 10 Kilómetros, participar en medio maratones de 21 kilómetros, carreras de montaña, alcanzar el 4to pico más alto de Venezuela (Pico Pan de Azúcar, Estado Mérida), intentar la calistenia, jugar fútbol de salón por horas sin descanso, practicar artes marciales hasta intentar romper paredes, hacer senderismo y acampadas, asistir a todos los retos deportivos que me inviten y un sin fin de cosas que signifiquen poner a prueba mi cuerpo y mi voluntad para superarlas hasta el punto de llegar a un punto en que sufro cuando no puedo hacer nada de estas actividades.

Obviamente, realizar tantas actividades, me generan un cansancio constante, dolores musculares, ansiedad por comer, preocupaciones por obtener mejor equipamiento y sobre todo ¡deshidratación! pero no se preocupen, no es nada grave, sin embargo, esas son las consecuencias de lograr la satisfacción de obtener la oportunidad de ponerme a prueba cada vez, con un poco de control del agua y la comida que ingerimos, no debe haber problemas, lo demás es estiramientos muchos estiramientos

Intentaré adivinar lo que están pensando: