Venezuela Bejarano es el nombre de mi mejor amiga. Dice la leyenda de una madre inmigrante española que llegó a ese país, la pequeña Venecia, el majestuoso elefante del centro norte de América del sur, pisó el suelo y gritó: ¡Tierra!, se enamoró de un fornido aborigen del Delta del Orinoco y echó sus raíces a la orilla del río.
“Venezuela, tienes nombre de mujer y hay que amarte para verte florecer”, es la frase de una canción y, al parecer, el sentimiento que dominaba a “Milvidas” durante su embarazo en 1987. En los primeros meses de gestación se dedicó a viajar por el país, conoció Mérida, Trujillo, Falcón, Nueva Esparta, Sucre y todo el territorio del estado Bolívar, hasta llegó a pisar fuerte la cima del Auyantepui, la famosa “Montaña del diablo”.
El alma de Milvidas era libre y soñadora, sus viajes fueron muy inspiradores, y luego de vivir intensamente los más hermosos paisajes nunca antes vistos, quiso enaltecer ese placer al momento de pensar un nombre para su hija, un ejercicio tan importante, es una marca indeleble, una palabra mágica, un impulso, un sonido, una reacción, una historia que comprime millones de anécdotas.
Lápiz y papel en mano, un domingo de reflexión, 06 de la mañana, es diciembre de 1987, el aire frio acaricia las mejillas y enrojece la nariz, 20 grados de temperatura, café claro que es llamado también “guayoyo”, el néctar de los dioses que calma la hiperactividad de Milvidas, se acerca su momento de dar a luz, por primera vez conocerá el fruto bendito de su vientre y la dicha de ser una madre.
“Aleuzenev” es Venezuela al revés, la niña tendrá que explicar su nombre cada vez que alguien frunza el ceño, suena a que la inspiración nació de algún estallido social que dejó al país al revés y, mientras sea posible y la naturaleza no se oponga, todo debe estar en orden, en fila, en columna y armonía. “Aleuzenev” fue descartado.
—Me gusta “Merida” y “Chiquinquirá”, pero me gusta más “Venezuela”, allí está todo y más, y así se llamará mi hija— Esa fue la conclusión de Milvidas. Mucho recorrido imaginativo para volver al punto de partida, la decisión más sabia, el universo dentro de una semilla de mostaza. Tal vez una multi-galardonada actriz en el futuro, o una belleza con propósito que desde un gran escenario internacional gritará “I am Venezuela, and I come from Tucupita, Venezuela”. Milvidas tiene el presentimiento recurrente de que su futura hija será “Venezuela” en el mundo.
El 29 de enero de 1988 nació Venezuela Bejarano y yo la descubrí en 1993 en el jardín de niños, toda esta historia de sus ancestros y precedentes la conozco de memoria por las infinitas veces que escuché a su madre contarla, Milvidas es una segunda madre para mí.
Hermosa y magnética. Venezuela y yo, siempre juntos, almas gemelas en la amistad, estudiamos en la misma escuela hasta el final de la secundaria, son tantas historias, cumpleaños, peleas, reconciliaciones, secretos, promesas. Mi vida a su lado fue terapéutica, tener un confidente con el que puedas hablar de todo y sin tabú es un gran regalo que me dio la vida, la vi graduarse con honores en la universidad, la vi comprometerse con su enamorado y la vi hacer maletas para buscar un destino fuera del país que inspiró su nombre.
Hoy en día, celebra un gran acontecimiento, tiene una nueva nacionalidad, la del país donde se originó el idioma de Cervantes, la madre patria, precisamente dónde nació Milvidas, su madre.
Como todo en la vida, hay ciclos que se cierran, procesos que evolucionan, Venezuela y yo, ahora conectamos en momentos muy puntuales, cada quien lleva una vida de adulto con sus respectivas responsabilidades, aun así, tengo seguridad al afirmar que Venezuela sabe muy bien lo importante que es para mí, aunque a veces me sienta ausente. Creo que está embarazada porque su sensibilidad al hablarme es evidente, no me lo ha dicho, no hemos tocado este tema, solo son conjeturas de mi parte con base en su comportamiento.
Se me ocurre que su hija, de ser una niña, lleve por nombre “España” y así de mayor, pueda emprender un viaje al sur de América para que se enamore del país que inspiró el nombre de su madre, como pasó con su abuela.
Te amo por siempre Venezuela. “Llevo tu luz y tu aroma en mi piel”.
Hoy me siento fantástico.
Venezuela Bejarano is the name of my best friend. According to the legend of a Spanish immigrant mother who arrived in that country, little Venice, the majestic elephant of the northern center of South America, stepped on the ground and shouted: "Land! she fell in love with a sturdy aborigine from the Orinoco Delta and put down her roots on the banks of the river.
"Venezuela, you have a woman's name and you have to love yourself to see you bloom", is the phrase of a song and, apparently, the feeling that dominated "Milvidas" during her pregnancy in 1987. During the first months of pregnancy, she traveled around the country, visiting Mérida, Trujillo, Falcón, Nueva Esparta, Sucre and all the territory of the state of Bolivar, and she even reached the summit of Auyantepui, the famous "Devil's Mountain".
Milvidas' soul was free and dreamy, his travels were very inspiring, and after living intensely the most beautiful landscapes ever seen, he wanted to enhance that pleasure when thinking of a name for his daughter, such an important exercise, it is an indelible mark, a magic word, an impulse, a sound, a reaction, a story that compresses millions of anecdotes.
Pencil and paper in hand, a Sunday of reflection, 6 o'clock in the morning, it is December 1987, the cold air caresses the cheeks and reddens the nose, 20 degrees of temperature, light coffee which is also called "guayoyo", the nectar of the gods that calms the hyperactivity of Milvidas, her time to give birth is near, for the first time she will know the blessed fruit of her womb and the joy of being a mother.
"Aleuzenev" is Venezuela backwards, the girl will have to explain her name every time someone frowns, it sounds like the inspiration was born from some social outburst that left the country upside down and, as long as it is possible and nature does not oppose, everything must be in order, in line, in column and harmony. "Aleuzenev" was discarded.
—I like "Merida" and "Chiquinquira", but I like "Venezuela" better, there is everything and more, and that's how my daughter will be called— That was Milvidas' conclusion. A lot of imaginative journey to return to the starting point, the wisest decision, the universe inside a mustard seed. Perhaps a multi-award winning actress in the future, or a purposeful beauty who from a great international stage will shout "I am Venezuela, and I come from Tucupita, Venezuela". Milvidas has a recurring premonition that his future daughter will be "Venezuela" in the world.
Venezuela Bejarano was born on January 29, 1988 and I discovered her in 1993 in kindergarten, all this story of her ancestors and precedents I know by heart from the infinite times I heard her mother tell it, Milvidas is a second mother to me.
Beautiful and magnetic. Venezuela and I, always together, soul mates in friendship, we studied in the same school until the end of high school, so many stories, birthdays, fights, reconciliations, secrets, promises. My life by her side was therapeutic, having a confidant with whom you can talk about everything and without taboo is a great gift that life gave me, I saw her graduate with honors at the university, I saw her get engaged to her boyfriend and I saw her pack her bags to look for a destination outside the country that inspired her name.
Today, she celebrates a great event, she has a new nationality, that of the country where the language of Cervantes originated, the motherland, precisely where Milvidas, her mother, was born.
Like everything in life, there are cycles that close, processes that evolve, Venezuela and I now connect in very specific moments, each one of us leads an adult life with their respective responsibilities, even so, I am sure that Venezuela knows very well how important she is to me, although sometimes I feel absent. I think she is pregnant because her sensitivity when talking to me is evident, she has not told me, we have not touched this subject, these are only conjectures on my part based on her behavior.
It occurs to me that her daughter, if she is a girl, should be named "Spain" and so, when she grows up, she can take a trip to the south of America so that she can fall in love with the country that inspired her mother's name, as happened with her grandmother.
I love you forever Venezuela. "I carry your light and your scent on my skin".
Today I feel fantastic.
Translated with DeepL.com
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Me encantó, muy buena historia y sería interesante que la madre Venezuela tenga a una hija llamada España 😁. Cuando se dirijan a ellas dirían vengan mi Venezuela y España