_{Escrito escuchando la canción: all of my life de Park Won. El universo puede ser cálido, pero cuando las almas son olvidadas, los corazones comienzan a sangrar y la desolación se vuelve como el polvo estelar.}

La nieve cae, cae de una manera que no se puede evitar, al punto de asfixiar todo. Quien diría que la calidez humana se ha ido. No soy el tiempo, solamente me he convertido en el maestro de la torre mágica del imperio.

El bastón de Hypnos está en mis manos, pero aun así existe algo que punza de manera profunda mi corazón. La caja de Pandora puede que tenga las respuestas de lo que debo encontrar: ¿Principio o final?

En las calles se ven a los enanos como esclavos, los elfos simplemente son tratados como ratas por quien controla el poder, y el mal asecha a la magia aún más. El mundo está en descontrol. Él, ese hombre, tomó el poder cortándole la cabeza a quien mantenía la paz de las diversas razas de este universo.

Sebastián ha entrado por la puerta del gran salón pronunciando: —El emperador ha atacado —. “La guerra ha comenzado y no existe nadie que la pueda parar”.

“¿Sirve de algo que sea el maestro de la torre?”

Indeleble, al parecer todo es de esta manera o más bien me ciega. “¿Acaso debo tomar el poder con mis manos?” El orden en el mundo se rompió, la gente muere de hambre y el gran bosque de las Hadas ha impuesto una barrera para que nadie pueda entrar.

“¿Desequilibrio?”

La única opción que queda es la pequeña princesa Paris, esa joven chica que escapó a escondidas durante el asalto del palacio. Decidí resguardarla y protegerla en la torre mágica. Ella es la única salvación.

Cuando se me otorgó el poder de mirar el libro de las mil páginas en la gran biblioteca, pude ver más allá de lo que los mortales simples podían: mirar el futuro, era algo que causó desolación en mi interior, pero el destino no se puede evitar.

Es momento de entrar al mismo lugar y mirar que es lo que sucederá una vez más. Entré con devoción, la magia como siempre era deslumbrante, los libros en los grandes estantes tocaban la cúspide del cielo de la gran biblioteca y en el centro estaba quien mantenía el núcleo de todo: el libro que podía predecir el futuro, pero que también mostraba el dolor de la persona que leía sus páginas.

Nunca pensé en volver a poner mis manos en él, pero todo fue distinto en ese momento. Me quité cuidadosamente el guante de mi mano derecha lleno de cicatrices, y leí las hojas del destino que únicamente el dueño de esta torre podía tocar, es decir: yo.

La respuesta fue simple: —“Para que una gran vida sea salvada, otra debe ser dada”.

Decidí hacer todo lo que estaba en mis manos para proteger a la princesa y llevarla una vez más al poder, deponiendo al tirano que se había hecho de las riendas del imperio por medio de la violencia y la destrucción.

Se escuchaba: —Es una locura.

Siempre respondí: —Esto es lo que debemos hacer.

—La magia no es un medio de artificio para hacer crecer la maldad.

El mundo había comenzado a secarse y ya no quedaba mucho que hacer. Mientras caminaba de nuevo por las riendas de la salvación de lo que estaba perdido, comprendí que debía dar mis últimas gotas de vida para hacer lo correcto.

Las cenizas eran lo único que permanecía al pasar por cada pueblo en la periferia de la gran capital de Artanos. La vida había sucumbido entre las llamas, y el mal se estaba consolidando.

Una vez que tomé la decisión de enfrentar al monstruo que ocupaba el poder, no hay vuelta atrás.

Un grito se plasmó con fuerza: —Hemos llegado.

—Hemos llegado gran mago.

Allí se veía el castillo cubierto de nieve, de una tan extensa e inmensa que devoraba la vista por completo, era totalmente distinto a los pueblos arrasados por la guerra. Lo único cierto es que el esplendor había perecido debido a la sangre que se había derramado.

Es hora de detenerlo. Entre unos cuantos por primera vez los magos de la torre mágica intervenimos para deponer a un Tirano. El balance estaba totalmente roto, no se podía hacer nada y tampoco evitar.

Mientras que la espada del emperador falso atravesaba a cada uno de los míos, peleé con toda mi fuerza junto al bastón de Hynos. El sueño ha iniciado y como se reflejó en el libro de las mil hojas: una vida debe ser dada para que otra tenga que ser salvada.

El cuerpo de Antoine había sido congelado por completo y condenado en medio de un mar de sueños que reflejaban todas las muertes que ocasionó por la ambición de tomar algo que no era suyo, pero mientras esa condena ocurría, la sangre salía de mi boca.

Paris estaba parada cerca de mí, la verdad es que había hecho lo que tenía que hacer y si alguien debe irse por el bien de muchos, así debe ser. El tirano pereció en las llamas de su propia ambición y yo únicamente perdí el derecho de gobernar la magia.

El cabello que una vez fue de color plateado cambió su tonalidad a negro, el bastón que creaba miles de sueños fue tomado por un nuevo mago de la torre, y mi vida fue convertida en la de un simple humano que debe ser resguardado.

Ya no existe nada que se pueda tambalear en el mundo, mi última labor era ir al gran bosque y pedir que la barrera fuera depuesta. Sabía que no me quedaba mucho tiempo, hice todo lo que podía para llegar al lago en el medio del bosque. En él estaba ese árbol inverso donde las hadas vivían y podían cumplir mi último deseo.

La paz se ha alcanzado, pero aún debo dar algo a cambio para que esta siga reinando. Las hadas me permitieron llegar a ese lugar luego de abrir la barrera, todo ha terminado.

Las luces empezaron a irradiarme y la porosidad empezó a carcomerme, mi cuerpo se convirtió en nieve para hacer crear la estrella que miraría el mundo desde el cielo.

El mago ya no está, pero acompaña la inocencia de las almas que creen y juegan con la magia impregnada de pureza.

English

_{Written while listening to the song: all of my life by Park Won. The universe may be warm, but when souls are forgotten, hearts begin to bleed and desolation becomes like stardust.}

The snow falls, falls in a way that cannot be avoided, to the point of suffocating everything. Who would have thought that human warmth is gone. I am not the weather, I have only become the master of the magic tower of the empire. '

The staff of Hypnos is in my hands, but still there is something that pricks my heart deeply. Pandora's box may hold the answers to what I must find: Beginning or end?

In the streets dwarves are seen as slaves, elves are simply treated like rats by whoever controls the power, and evil plagues magic even more. The world is out of control. He, that man, seized power by cutting off the head of the one who kept the peace of the various races of this universe.

Sebastian has entered through the door of the great hall pronouncing: "The emperor has attacked." "The war has begun and there is no one who can stop it".

"Does it help that I'm the tower master?"

Indelible, apparently everything is this way or rather blinds me. "Should I take the power with my hands?" Order in the world broke down, people are starving and the great Fairy forest has imposed a barrier so that no one can enter.

"An imbalance?"

The only option left is the little princess Paris, that young girl who escaped on the sly during the palace assault. I decided to shelter and protect her in the magic tower. She is the only salvation.

When I was granted the power to look at the thousand-page book in the great library, I could see beyond what mere mortals could: looking into the future, it was something that caused desolation within me, but fate cannot be avoided.

It is time to enter the same place and see what will happen once again. I entered with devotion, the magic as always was dazzling, the books on the large shelves touched the apex of the sky of the great library and in the center was the one who held the core of it all: the book that could predict the future, but also showed the pain of the person who read its pages.

I never thought of getting my hands on it again, but everything was different at that moment. I carefully removed the glove from my scarred right hand, and read the leaves of destiny that only the owner of this tower could touch, that is: me.

The answer was simple: "For one great life to be saved, another must be given".

I decided to do everything in my power to protect the princess and bring her once again to power, deposing the tyrant who had seized the reins of the empire through violence and destruction.

You could hear: "This is crazy."

I always replied: "This is what we must do."

"Magic is not a means of artifice to make evil grow."

The world had begun to dry up and there was not much left to do. As I walked again by the reins of salvation of what was lost, I understood that I had to give my last drops of life to do the right thing.

Ashes were all that remained as we passed through each village on the outskirts of the great capital of Artanos. Life had succumbed in the flames, and evil was consolidating.

Once I made the decision to confront the monster in power, there was no turning back.

A shout came out loudly: "We have arrived."

"We have arrived, great Wizard."

There you could see the castle covered with snow, so extensive and immense that it devoured the sight completely, it was totally different from the villages devastated by the war. The only certainty was that the splendor had perished because of the blood that had been shed.

It is time to stop him. Among a few of us, for the first time, the wizards of the magic tower intervened to depose a Tyrant. The balance was totally broken, nothing could be done and nothing could be avoided.

As the sword of the false emperor pierced each of my own, I fought with all my might beside the staff of Hynos. The dream has begun and as it was reflected in the book of a thousand leaves: one life must be given so that another has to be saved.

Antoine's body had been completely frozen and condemned in the middle of a sea of dreams that reflected all the deaths he caused by the ambition to take something that was not his, but while that condemnation was happening, blood was coming out of my mouth.

Paris stood near me, the truth was that I had done what I had to do and if one must go for the good of the many, so be it. The tyrant perished in the flames of his own ambition and I alone lost the right to rule magic.

The hair that was once silver changed its hue to black, the staff that created a thousand dreams was taken by a new wizard from the tower, and my life was turned into that of a mere human who must be guarded.

There is no longer anything in the world that can be shaken, my last task was to go to the great forest and ask for the barrier to be removed. I knew I didn't have much time left, I did everything I could to get to the lake in the middle of the forest. In it was that reverse tree where the fairies lived and could fulfill my last wish.

Peace has been achieved, but I still have to give something in return for it to continue to reign. The fairies allowed me to reach that place after opening the barrier, everything is over.

The lights began to irradiate me and the porosity began to eat away at me, my body turned into snow to create the star that would look down on the world from the sky.

The magician is no longer here, but he accompanies the innocence of the souls that believe and play with magic impregnated with purity.

Fuentes |Sources: Aron Visuals | Unsplash | Alice Alinari | Unsplash | Cederic Vandenberghe| Unsplash .

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